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02

Mayo de 2018.

Mavi

Cuando terminé de acomodar y cerrar bien, salimos los tres del establecimiento. Como los hermanos iban en la misma dirección que yo, fuimos juntos.

Caminábamos haciéndole carpita a Emma con la campera rompe viento de su hermano para que no se mojara. Ella sonreía y caminaba feliz bajo su techo improvisado mientra Valen y yo nos bañabamos al aire libre más o menos.

Cada vez nos acercábamos más a mi edificio y ellos todavía no tomaban otro rumbo por lo que pensé que vivíamos cerca o que su casa quedaba pasando la mía.

Hasta que llegamos y tanto Valen como yo sacamos las llaves mirándonos sin entender que hacía el otro.

—¿Vivís acá?—preguntó el chico medio fuerte para que lo escuche, ya que el ruido de la lluvia romper contra el suelo aturdia.

—Eh... si, ¿Vos también?—pregunté.

—Me parece que por eso saco las llaves, si—respondion en tono burlón.

—¿Que? Valen ¿No vamos a casa?—preguntó Emma medio confundida.

—No Emmi, ¿No te acordas que te dije que me mudé?, hoy te quedas conmigo—le respondió.

Emma iba a seguir hablando pero la interrumpí porque ya tenía frío y ellos empezaron plena conversación en la puerta del edificio.

—¿No lo pueden hablar adentro? Medio que acá afuera no está bueno—pedí obvia y el mayor no tardó en abrir la puerta y hacernos pasar.

Subimos por el ascensor al piso 7 donde estaba mi departamento y al parecer también el de Valen.

Ahí recordé que me habían avisado los encargados de realizar las reuniones entre vecinos que se iba a ocupar un departamento en mi piso. Pero no le di importancia hasta ahora que estábamos empapados y subiendo para poder acostarnos cada uno en su cama.

Al menos yo lo estaba deseando y mucho.

Cuando llegamos, no tardé ni dos segundo que me despedí de los hermanos y me metí en mi departamento.

Me di una ducha rápida y calentita para sacarme el frío que me había dejado la lluvia. Puse mi ropa en el canasto que tenía que llevar a la lavandería y me cambié para estar en pijama y poder dormir finalmente.

El sonido de la puerta me descolocó de mi casi sueño profundo.

Me levanté a abrir con toda la paja del mundo. Detrás de esta se encontraba Valen jugando con sus dedos.

—Uh, mil disculpas, pensé que estabas despierta o al menos no apunto de dormir. Tendría que haber pasado mañana—habló al verme con estas hermosas pintas de dormida. Me reí y negué con la cabeza.

—Está todo bien, no te preocupes. ¿Que pasa?—le di una sonrisa cerrada.

—No, nada más te quería agradecer por contener a Emma y también pedirte disculpas por el retraso, se me re pasó la hora y cuando me acordé salí al toque. Tampoco quiero que pienses que me es cotidiano olvidarme de mi hermana solo que... no sé, no estoy bien hoy—pude ver arrepentimiento en sus ojos, por lo que decidí hablar.

—Ey no, está todo bien, posta. Ahora tu hermana está bien, ese es el punto— hablé reprimiendo un bostezo—Bueno, creo que nos presentamos mal, me llamo Mavi, decime así porque no me gusta mi nombre completo—le sonreí bien esta vez.