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03

Mayo de 2018.

Mavi

El reloj marcaba las 19:48hs cuando salí de la última clase. Había tenido tres en todo el día, pero fueron suficientes para cansarme totalmente. Me dirigía al vestuario para bañarme y cambiarme para poder irme. Y cuando llegué y me encontré a Coti peinandose.

—Hola Mav, ¿cómo te fue en tu última clase?—preguntó mi amiga.

—Bastante bien—opiné—Terminé cansadísima. Ahora pienso bañarme, pasar a comprar un kilo de helado y tirarme en la cama a mirar series hasta horas en las que un adulto no debería quedarse—largó una carcajada antes de contestarme.

—El mejor plan—asintió y continuó peinándose mientras yo me bañaba—Ari me dijo que cerraste vos la otra vez. ¿Terminaste muy tarde?—preguntó conmigo aún bajo el agua.

—Sí...—hacía espuma con el shampoo al hablar—Más o menos—pensaba en aquella noche.

—'Sí, más o menos', ¿qué?—insistió.

—Nada, que estaba a punto de irme cuando me doy cuenta que hay una nena a la que no la habían venido a buscar todavía. Me quedé con ella, la tranquilicé porque estaba angustiada y me fui un toque tarde por eso, pero nada más—comenté sin mucha importancia, cerrando la llave de agua.

—Hay cada pelotudo que se olvida de los nenes—soltó molesta. Me limité a asentir—¿Y quién la vino a buscar al final?, ¿la madre?.

—No—salí de la ducha envuelta con un toallón—El hermano.

—Un boludo—asentí nuevamente.

—¿Y te acordás que te conté que alguien se mudaba al piso de mi departamento?—asintió—Bueno, era este el hermano—me miró sin poder creerlo.

—Me jodes.

—De verdad—sonreí cepillando mi pelo—Me pareció re flashero, no me lo hubiera imaginado.

—Ni me lo quiero cruzar entonces, porque lo veo y lo emboco—a Coti le molestaba bastante cuando los adultos llegaban tarde a buscar a algún nene. Ella decía que esto no era una guardería, y que no era grato ni para el niño, ni para nosotros tener la incertidumbre de si alguien vendría por la criatura o no.

—Le aviso para que se cuide, entonces—sonreí yendo a buscar mi mochila—Bueno,creo que voy a emprender viaje hacia mi kilo de helado. Nos vemos mañana—me acerqué a ella.

—Cuidate, Mav. Nos vemos—terminé de saludar a mi amiga para dirigirme directo hacia a la heladería.

°~~~~~~~°

Cuando llegué a mi departamento, prendí la televisión y busqué alguna película o serie. Y luego de encontrar algo me fui a buscar una cuchara a la cocina.

En ese trayecto de ir y volver se cortó la luz de repente.

—Pero la puta madre—murmuré molesta—¿Vivo meada por elefantes acaso?—solté para nadie renegando en el sillón.

Me quedé un rato sentada esperando a ver si volvía la electricidad. Hasta que decidí irme a la terraza para al menos poder ver el cielo un rato.

Ahí sí que no me podrían cagar.

Me levanté y llevé mi frazada y mi kilo de helado al último piso. La terraza.

Nunca iba nadie pero cuando pisé el último escalón me percaté de la presencia de un cuerpo parado viendo hacia el cielo estrellado.

—Parece que no soy la única sin ganas de dormir—hablé bajito para que la persona que estaba mirando hacia arriba no se asuste.

Bajó la vista hacia mi y pude reconocer esos ojos azul penetrante.