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Noviembre de 2018.

Mavi

Mirar por la ventana me tranquilizaba.

Ver la carretera y pensar mientras escuchaba una relajante melodía me hacía acordar a Villa Gesell.

Todavía no podía creer que el lugar que consideraba más seguro en la tierra, sea ahora al que mas ansiedad me daba pisar.

Allí había vivido muchas cosas, cosas lindas como cosas no tan lindas, pero cosas en fin.

Momentos que me hicieron crecer y que siempre iba agradecer haberlos pasado allí

Tambien recordaba cada uno de mis cumpleaños.

Estar por cumplir 20 y pensar que no los voy a pasar allá era raro de procesar.

Básicamente todos mis cumpleaños se festejaban en mi casa, con mi bizcochuelo de mandarina preferido, la risas de mi abuelos y tíos de corazón, el beso infaltable de mi mamá luego de soplar las velitas y su clásica frase "Siempre juntas piojita".

Flashback

—Feliz cumple, mi amor—besé a Ramiro con intensidad.

—Felices 16 Mav—Viviana, mi mejor amiga se unió al abrazo con mi novio.

Te amo Vi.

—¡Vamos a soplar la vela Mavita!—mi abuela nos llamó a todos.

Vi como mis amigos y familiares se posaban al rededor de la mesa y mi mamá detrás de mi.

—Bueno, antes de que soples las velitas, quiero decirte algunas cosas—miré expectante a mi mamá que ya se le empezaba a entrecortaba la voz—primero que no puedo creer que ya tengas 16, que me acuerdo de cuando eras chiquitita y no quiero que crezcas más, segundo que estoy orgullosísima de vos y de la persona que sos y de las personas que tenes alrededor. Amo que sigas algo que realmente amas y amo que seas...—un sollozo interrumpió su monólogo.

—Mama...—dije algo avergonzada.

—Y que amo que seas mi hija y la razón por lo que hago todo lo que hago, te amo princesa—besó mi mejilla y yo, algo sonrojada, soplé las velas luego de que me canten la conocida canción.

—Te nos pusiste medio sentimental Marinita—la molesté en medio del abrazo que estaba rodeado de aplausos por los invitados.

—No me dejas opción para reaccionar, sos la mejor mujer que conozco—me estaba dando mucha ternura verla llorar por un simple cumpleaños más.

—Te amo ma, y amo tu capacidad de dramatización—susurré cerca suyo.

—No seas mala, soy una mamá orgullosa. Igual nunca te olvides, siempre juntas piojita.

Fin del flashback.

Dios, como iba a necesitar ese beso y esas palabras en este cumpleaños.

•𝓐𝓻𝓻𝓲𝓫𝓪 𝓭𝓮 𝓵𝓸𝓼 𝓮𝓼𝓬𝓮𝓷𝓪𝓻𝓲𝓸𝓼 • Wos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora