tres

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Alexa

La noche cayó en la prisión y de la mano vino el frío. Es increíble lo frío que es este lugar por dentro. Carol cocinaba arroz y el vapor ayudaba a que sean un poco más llevadera la estadía.

—Ya no recuerdo la última vez que comí algo caliente.—dije mirándola.

—Si, suele pasar. Cuando llegamos aquí estábamos acostumbrados a comer los venados crudos que cazaba Daryl.—dice mientras revolvía con un cucharón la olla.

—Venado. No suena tan mal. He comido cosas peores.—dije abrazando un poco mis brazos para amortiguar el frío.

—El frío es común aquí, tengo una campera que no uso para darte.—dice ella mientras nota mi frío.

—Gracias por la amabilidad.—le agradecí sonriente.

Ella sonrío y habló.

—¿Cuántos años tienes?.—preguntó.

—De verdad, no lo sé. Pero cuando empezó todo esto tenía veinticuatro. —fruncí el ceño tratando de recordar.

—Han pasado tres años desde que comenzó todo, así que tienes veintisiete.—dijo mientras sacaba la olla del fuego.

—¿Cómo llevas la cuenta?.—pregunté asombrada.

—Hershel lo hace, desde el principio.- dice ella.

—Que loco pensar que pasaron tres años.—hablé mientras me puse a pensar, en realidad parece una eternidad.

—Parece más.—dijo ella.

—Pensé que habían pasado como cinco años.— dije aún un poco sorprendida.

Carol terminó de cocinar el arroz y comenzó a servirlos en bowls distintos.

—¿No comen todos juntos?.—pregunté.

—No lo solemos hacer, cada uno tiene actividades a la noche y un sector distinto para la vigilancia.—dice mirándome.— Mañana te presentaré a todo el grupo. Pronto se te dará una actividad, suelen hacer vigilancia dos en la torre de control pero hoy sólo está Daryl. Y en cada pabellón es uno, por ahora están despejados el A, B y C. No llegamos hace mucho.—

—Genial, no hay problema.—dije sonriendo.

—¿Puedes llevarle este bowl a Daryl?—preguntó mientras me daba el dichoso bowl.

—Emm, si claro.—dije un poco insegura.

—Por la torre de control se sale por esa puerta.—dijo señalando una puerta.

Asentí mientras tomaba el bowl y me puse en marcha a dárselo. No estoy del todo contenta porque no me agrada Daryl. Solo me ha lanzado miradas agrias y tengo más que en claro que no le agrada Alaska.

La noche estaba helada, se me erizó la piel con el contacto con el viento helado. Solo llevaba una manga corta, unos jeans y mis botas. El arroz estaba caliente y fui turnando mis manos en el vapor que salía de él.

Puedo ver a Daryl en la torre de control y estaba solo observando para adelante. Donde habían varios caminantes en las rejas, no eran demasiados.

Abrí la puerta de la torre y subí las escaleras. Diablos, me temblaban las manos. ¿Que le voy a decir?. "Hola idiota traje tu comida", "Tu comida", "Traje tu comida". Cuando me quise acordar ya estaba en la parte de arriba. Suspiré y entré. Había una vela a mitad consumir, una ballesta contra la pared y un par de colchas en el piso. Cuando abrí la puerta voltea a mirarme. Yo solo le tendí el bowl sin decir nada.

Warriors {daryl dixon}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora