treinta

538 43 1
                                    

Alexa

Pasó una semana desde que Merle murió, no representó una gran pérdida para el grupo como para Daryl. No se hacía querer, es más, se hacia odiar con sus actitudes tan arrogantes y acciones siniestras. Pero tuvimos que respetar el duelo de su hermano.

En cuanto a mi mano, según Hershel la tenia quebrada. Se me puso morada en el momento y perdí la movilidad de ciertas cosas. Así que estoy con la mano vendada y tratando de hacer el menor esfuerzo para que se cure más rápido.

Hace dos días regresó Andrea a advertirnos que mañana vendrá Phillip a matarnos a todos, que no importa si le damos o no a Michonne el nos iba a matar igualmente. Cosa que nosotros ya sabíamos, habíamos quedado en encontrarnos luego del plan con ella.
Este era el plan.
El loco éste vendrá con aires de matarnos a todos, así que cargaremos las cosas en los vehículos y fingiremos habernos ido. Hershel, Beth, Carl y Judith estarán en los bosques ocultos. Los demás estaremos dispersos por distintas partes de la prisión, para cuando crea que nos habremos ido saldremos y los asustaremos. Mataremos a todos los que se interpongan en nuestro camino. Según Andrea estaba preparando un "ejército" con niños de 14 años asmáticos, totalmente loco.

Era por la noche de el día anterior a todo esto y si se están preguntando cómo van las cosas entre Daryl y yo les voy a decir que ni el ni yo ha buscado al otro para hablar de lo sucedido. Ya me ha visto con la venda y lo único que lanza son miradas vacías, se la pasa todo el día en el bosque, se va por la mañana y vuelve por la noche. Casi ni nos vemos en todo el día.

Estaba terminando de guardar todas las cosas en mi mochila, que ha decir verdad no tenía muchas; dos mudas de ropa y mis dos cuchillos.
Alaska se iba a quedar en los bosques con Carl y Hershel cuidando a Beth y Judith.

Carol y Sasha iban a estar en el puente qué había de un pabellón al otro, le habíamos puesto unas cajas de madera para poder disparar sin que nos vean. Maggie y Glenn iban a estar dentro de la torre de control. Daryl, Tyreese y Rick dentro de los pasillos internos que comunicaban los pabellones de un lado al otro y finalmente Michonne y yo dentro del camión que había volcado el gobernador la última vez que vino.

La vela estaba apagándose y mi mirada solamente estaba dirigida a ésta pensando en mañana, rogando que todo salga bien.

(...)

Todos empezaron a salir con los autos que íbamos a ocultar en la carretera donde había un punto muerto y hace meses nadie pasa por ahí; solo los muertos.

En uno de los autos estaban Hershel, Beth, Carl, Judith y Alaska.

— Cuídense.— dije mirando a Carl.

— Ustedes también.— dijo el sonriendo.

Acaricié a Alaska rápidamente mientras cerraba la puerta y veía como se iban.

— Nunca se me dieron bien las "despedidas".— dije mirando a Carol.

— A mi tampoco.— dijo riendo.

Rick llega caminando con el paso apurado y estábamos todos reunidos en la parte de adentro del pabellón. Esperando que Rick diera la orden.

— Ya sabemos cómo funciona el plan, luego de esto Andrea va a quedarse aquí dentro. Ella vendrá con el grupo del Gobernador y ya se unirá a nosotros.— dijo Rick.

Todos asentimos y antes de irnos volvió a hablar Rick.

— Manténganse a salvo.— dice mirándonos uno por uno.

— Ustedes también.— dice Glenn.

Luego de esto cada uno fue a sus puestos y no falto mucho tiempo para escuchar como se aproximaban varios vehículos. Michonne y yo estábamos mirando por las ventanas del autobús sigilosamente.

— Es el.— dice Michonne.— Con mucha gente.—

— No parece muy convencida la gente.— murmuré.

Habíamos dejado la reja abierta para que pase y así fue, todos bajaron sigilosamente, observando todo; se veía totalmente abandonado. Se los veía un poco confundidos pero aún así siguieron en plan matarnos a todos.

— Cuando salgan corriendo hay que abrir estas ventanas y comenzar a disparar.— murmuré mientras me sentaba esperado escuchar la señal.

Michonne hizo lo mismo que yo y se podía sentir la tensión en el ambiente. Todos teníamos miedo por cada uno de nuestros miembros, si algo salía mal iban a ser asesinados a sangre fría.

—Estoy nerviosa.— dijo ella comiéndose las uñas.

— Va a salir todo bien.— dije apoyando la mano en su hombro.

— ¿Lo sabías?.—me pregunta.

—¿Que?.— dije sin entender.

— Que el Gobernador me quería a mi.— dijo ella.

— Daryl me lo había dicho porque Rick no quería.— dije mirándola.— Lo siento.

— Hiciste bien en no decirme, porque hubiese ido a matarlo.— espeta ella.

— Rick habló con nosotros sobre eso cuando Daryl volvió, él debería habernos dicho desde el principio.— dije en desacuerdo con el.

Ella asintió y ambas permanecimos en silencio unos diez o veinte minutos al escuchar unos disparos dentro de la cárcel. Las dos le sacamos el seguro a nuestros rifles y bajamos las ventanas del bus. Todos salieron como insectos corriendo en dirección a la salida mientras el lunático gritaba que no abandonen sus puestos.

Mi único objetivo era claramente el Gobernador, sin éxito de lastimarlo seguimos disparando hasta que todos estuvieran dentro de sus vehículos y algunas corrieran en dirección al bosque.

Cuando todos se habían ido, salimos de nuestros puestos buscando a nuestros compañeros.

Miramos a la torre de control Glenn y Maggie estaban festejando ahí arriba. Sonreí al ver que nuestro plan había sido llevado a cabo con perfección.

Luego salieron Daryl, Rick y Tyreese dentro contentos también. Sasha y Carol estaban bien. Había salido a la perfección.

— Se han ido.— dice Rick.

— No se por cuanto pero espero que para siempre.— dijo Carol.

—¿Y Andrea?.— pregunté.

— No se ha quedado.— dice Rick.

— Nos traicionó seguramente.— dijo Daryl

— No la he visto salir, no ha venido.— dijo Michonne.

Ninguno le dio mucha importancia a la ausencia de Andrea ya que ella había decidido no venir con nosotros. Fuimos a buscar a los chicos al bosque y estaban todos bien, salvo por la cara de pocos amigos de Hershel.

Todos fuimos dentro a acomodar nuestras cosas mientras Alaska me seguía contenta.

— He matado a un idiota del gobernador.— dijo Carl a mis espaldas.

—¿Ah si?.— pregunté.— Hiciste bien, cuidaste a los tuyos.

— Casi se lo come Alaska.— dijo el riendo.

— Menos mal que no, la tendríamos que bañar de nuevo.— dije poniendo mi mochila en la cama de arriba.

El río y se fue.

Warriors {daryl dixon}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora