¿Realmente eres tú? [ YiZhan ]

# 15 (part 2)

Martes 07/07
"Día 91"

YuBin se encontraba entrevistando a algunos chicos, ahora que Zhan no estaba para ayudarlo, realmente era muy necesario contratar a alguien más. Se presentaron vários joves de los cuales solo tres encajaban perfectamente, por lo que los contrató de inmediato.

Les dió sus horarios de trabajo, les explicó sobre dónde encontrar cada cosa en la cocina, y en el almacén. Uno de ellos no era nada bueno en la cocina, pero ya había trabajado antes como mesero en un restaurante por lo que YuBin le dijo que se encargara de eso también aquí.

YuBin los invitó a almorzar mientras hablaban sobre los salarios y demás, le informó que el contrato estaría listo para mañana, ya que iniciaban el jueves. Los tres chicos parecían llevarse bien, YuBin supuso que eran conocidos.

Después de un día entero con los nuevos, YuBin regresó a casa, pues no tenía nada más que hacer.

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— Señorita... Ellos no dejan de buscarme, se me complican muchas cosas gracias a eso, hasta cuándo tendré que es... — el joven fue callado con una bofetada.

— ¿Por qué te ves tan lamentable? — dijo mientras lo observaba con desdén. — ¿No que eras el mejor en esto? ¿Donde quedó tu arrogancia? —

La mujer era de temer, tan fría con los demás, tan impulsiva y catastrófica.

— señorita, sabe que no la voy a defraudar. Si quiere que salga y los enfrente, lo haré... — decía el chico, temía que sí ofendida a la chica la pasaría muy mal.

— Lo sé, y más te vale que no olvides tus palabras, pero... Por ahora no hagas nada, voy a buscar una oportunidad para poder acercarme a él, y darle todo mi apoyo y amor. — Lucía muy alegre mientras decía lo último, casi imaginaba la escena.

— Sí! — el chico arrodillado sobre el suelo asintió.

— Bien! Puedes retirarte.. — el joven arrodillado se puso de pie, agradeció a la chica y salió del lugar.

Al estar ya fuera de la mansión, caminó por un callejón, ocultándose de las cámaras de la ciudad. Llegó a su casa y se adentró a ella, su hermana no se encontraba en el lugar por lo que se quedó en silencio meditando sus siguientes movimientos. Pero tenía que esperar a su hermana para corroborar con todo.

Si bien el chico que se hacía llamar Feng Cong, seguía las órdenes de de la señorita con la que estuvo antes, en realidad no era del todo cierto. Él solo obedecía a su hermana después de todo.

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— Tú!! — gritó la chica a uno de los hombres que la cuidaban. — informa esto a Shin Fang: que no deje de vigilar a Feng Cong. —

— Sí señorita, en seguida. —

La chica no se confiaba de aquel que decía serle obediente, tenía sus dudas. Hasta el momento no había encontrado nada malo en él, por lo que no se preocupaba mucho.

La mujer despidió a todos de la habitación ya que sus padres no tardaban en llegar, y ellos no tenían ni la menor idea de lo que había tras esa dulce joven que tenían como hija. Pero nadie podía culparlos, después de todo, aquella chica era muy educada y respetuosa frente a sus padres, y los conocidos de ellos. Por lo que nadie sabía lo retorcida que podía llegar a ser.