DEXEN -(Un Amor Tóxico) [+18] © COMPLETA✅

5. "El beso"

Desbloqueo mi celular. Veo el historial. Dexen ha revisado mi galería. ¡Ha visto las fotos que le he tomado! Mis contactos. Mis redes sociales. ¡¡Mis mensajes!!

¡Los malditos mensajes que tengo con Laila!, ¡Mierda!

En donde hay conversaciones sobre Dexen. En donde mi amiga me molestaba diciéndome cosas sobre él. Y también hay en donde yo le digo que me gustaría que algún día Dexen me besara. Eso y otras cosas más.

Y lo ha leído... Todo.

¡Joder!

Sé que le he prohibido a mi amiga hablar de Dexen. Pero lo que realmente le había prohibido era hablar en la preparatoria o en voz alta sobre él. Pero a través de los mensajes si lo hacemos.

¡Coño! ¿Por qué carajo no le he puesto una maldita contraseña a mi celular?

¿Por qué?, ¿Por qué...?

¿Entonces, él lo ha hecho por ésto o qué mierda?

¡Me sentí ultrajada!

Estúpido Dexen. ¿Cómo se le ocurre?

Veo un mensaje nuevo.

Es de Zack:

‹‹¡Hola, Mika! ¿Cómo estás?, ¿Qué crees?. Estoy en el pueblo. Vine por ti. Me gustaría verte, ¿crees que se pueda?... ¡Te extrañé muchísimo!

Es un mensaje reciente; de hace unas horas.

Llevo demasiado tiempo sin hablar con Zack.

Zack es el hijo del doctor Leerman. Lo conocí un día, cuando fui a buscar a mi mamá en su trabajo. En su hora de salida. Ella había tardado en salir y me quedé a esperarla. Y ahí conocí a Zack. Ese día intercambiamos palabras y también nuestros números de celular. Porque me había caído bien.

Salimos un par de veces. Nada serio, solo fueron besos y toqueteos. Pero un año después de que mi mamá murió. Él se fue del pueblo para seguir con sus estudios.

Quiero contestarle, pero mi celular no tiene chip. Dexen se lo ha extraído.

¡Maldita sea!

Un par de minutos después, sin nada más qué hacer con el aparato. Lo dejo en el buró. Camino hacia la regadera para ducharme.

Después de media hora. Termino de ducharme. Me retuerzo el cabello para quitar el exceso de agua. Tomo una toalla para envolverlo en mi cuerpo y salgo del cuarto del baño.

Camino descalza por el suelo. Comienzo a ver la ropa que Dexen ha dejado en el buró: hay unos jeans de mi talla, unas blusas con botones, ¡como las que yo uso, de mi talla! y ropas interiores ¿De encajes?

¡Yo no uso ropa interior de encaje!

¡¿De dónde carajo sacó toda esta ropa?!

¿Dexen las habrá comprado?
Niego con la cabeza, porque soy incapaz de imaginarme eso.

Tomo una braga de color rojo. Lo sostengo con mis pulgares e índices de ambas manos. Lo alzo a la altura de mi rostro. Y, estiro el elástico un par de veces. Que elástico tan delgado. Pero justo en ese momento escucho que están abriendo la puerta, giro la cabeza y veo entrar a Dexen.

Trae consigo una bandeja. Y yo tengo en las manos la braga de encaje. Bajo las manos. Y finalmente, me volteo. 

—Te traje el desayuno —se acerca al buró y lo deposita.