—¿Qué mierda hacemos aquí? —le grito a Zack, cuando terminamos de ascender las escaleras, y nos recibe la música a tope de volumen. Que es reproducida por un DJ, que se encuentra cerca del barandal.—¡Esto si es diversión! —grita Laila, al mismo tiempo que sube las manos por encima de la cabeza, y mueve la cadera al ritmo de la música. Y da un grito de júbilo.
—¡Eso! —grita también Zack—, ¡a divertirnos! —contesta a mi pregunta.
Hace unas horas atrás Laila y yo estábamos en mi casa, bien tranquilas, bueno, aburridas tratando de ver la peli, pero no era nada interesante.
Zack llegó y nos invito a una fiesta. Laila no dudo en aceptar, sin siquiera preguntar a dónde era la fiesta.
Yo no quería venir pero ambos me insistieron muchísimo y terminé aceptando. Al llegar aquí, me confundí, y pensé que Zack nos había mentido. Pero no. Ya que este edificio esta a las afueras del pueblo y parece más como un edificio abandonado, y con muchos musgos alrededor.
Zack al ver mi confusión me explicó. Y me dijo que este lugar es más bien para la venta de drogas, para jóvenes que quieren pasarla bien. Drogarse, beber hasta perder la puta consciencia.
Y sí, ahora estoy viendo a chicos y chicas demasiado pedos, otros como idos.
Otros besuqueándose en algún rincón de este lugar, bueno, más bien casi follando.
El lugar esta atestado muchedumbre.
—Por aquí —grita Zack, mientras nos guía a la barra.
Y ambas lo seguimos.
Por dentro es como una discoteca. Todo cool. Con pista de baile. Mesas y sillas. Luces parpadeantees. Pero por afuera, es un edificio pequeño y abandonado. Todo el relajo de aquí; afuera pasa desapercibido.
Yo ni siquiera sabía de la existencia de este lugar. Y menos Laila.
—¡Tres botellas de cerveza! —Zack pide por nosotras y por él. A la persona que atiende en la barra.
—¿Cómo sabes que existe este lugar? —le pregunto acercándome a él.
—Cuando no te encontraba en tu casa, me preocupé muchísimo, fui a varios lugares, incluso les pregunté a varias personas que si no te habían visto y —recibe las cervezas, me lo entrega—, llegué hasta aquí —le entrega una a Laila.
—Ah.
Zack, choca nuestras botellas, en un gesto de brindis. Después mi amiga se aleja bailando.
Zack me toma de la cintura y, me acerca a él. Sus labios me acarician la oreja.
—Me alegro de tenerte. De volver a verte—. Zack cada vez es más cariñoso conmigo. Antes solo eran besos inocentes. Y ahora desde que regresó, siempre es más de decirme cosas. De tratar de ir más lejos—. Realmente me asusté —me acaricia la mejilla con los nudillos.
Rodeo su cuello, pasando mis manos por éstos y le acaricio el cabello con mi mano libre. Zack siempre me dice cosas lindas, todo lo contrario a Dexen.
Dexen…
Ni siquiera sé porqué estoy pensado ahora justo en él. Pero a decir verdad, no hay un día en el que deje de pensar en Dexen. A pesar de que ya han pasado tres semanas desde que se fue. Creo que soy demasiado masoquista.
Pero a la mierda Dexen, él es un puto imbécil.
Planto mis labios con los de Zack. Él sonríe mientras me corresponde el beso.
ESTÁS LEYENDO
DEXEN -(Un Amor Tóxico) [+18] © COMPLETA✅
Ficção Adolescente"Todo tiene un inicio, y todo tiene un final." NOVELA JUVENIL [12/3/20]