DEXEN -(Un Amor Tóxico) [+18] © COMPLETA✅

13. "Adiós"

¿Dónde carajo se metió Dexen?

No puedo creer que después de lo que pasó anoche, nuevamente me haya dejado sola.

Fue un alivio saber que Dexen no me dejó encerrada en la habitación. Y pude salirme.

Después de descender por las escaleras, tuve la esperanza de encontrármelo en los pasillos, pero no fue así.

Me detengo en frente del comedor por unos momentos.

¿En dónde mierda andas?

Estoy apunto de girarme sobre mis talones, cuando alguien habla a mi espalda.

-Oye -dice. Me volteo lentamente. Y la veo parada a unos pasos, tiene puesto un suéter café que le llega a mitad de los muslos, un jean gastado y un par de tenis blancos y, obviamente bien maquillada-. ¿Estas buscando a Dexen? -pregunta, con ese tonillo que no me gusta para nada.

-Hola, ¿Nancy, verdad? -trato de sonar lo más amablemente falsa.

Ella rueda los ojos al escucharme.

-Mira estúpida -Alza un poco la voz. ¿estúpida yo? Medio sonrío al escucharla llamarme así-, no se quién mierda seas, pero déjame decirte que Dexen sólo te está usando para follar -termina con una sonrisa.

Esta chica cada vez más me cae mal. Y en estos momentos me gustaría estrangularla.

-¿Y me dices esto por...?

-Para que no te hagas ilusiones.

Pero, en vez de sacar a flote mi enojo, todo lo contrario; le sonrío.

-Gracias por preocuparte por mí, pero el usarme es recíproco.

Fingo en que no me afecta en lo más mínimo lo que dije.

Nancy se queda muda por unos segundos. Trato de pasarle de lado, pero ella me toma del brazo, impidiéndome seguir mi camino.

-¿Sabes que Dexen y yo nos vamos hoy?

¡¿Qué?!

-¿A dónde?

-A Londres -dice, sonriente-. No me digas que no lo sabias -habla con sorna.

Déjame follarte una última vez.

Ahora lo entiendo, maldita sea.

Nancy, sigue con el gesto burlón.

-Lo había olvidado -observo justo donde su mano me sostiene-. ¿Me puedes soltar?

-¿Segura? -omite mi pregunta.

-Claro -me zafo de su agarre. Alejándome de ella.

Perra.

**

-Pueden bajarse -dice, Dexen cuando detiene el coche en frente de mi casa, él sin despegar la vista hacia enfrente.

Laila lo hace rápidamente, pero al ver que no me bajo, se acerca a la ventana.

-Mika -me llama ella.

-Adelántate, iré en un momento.

-¿Okay...? -dudosa se va y se adentra a mi casa.

Tardo un par de minutos en abrir la boca.

-¿No pensabas decirme que te vas? -le reprocho. Y sé que no debería. Pero lo estoy haciendo nuevamente.

Hace unas horas antes, cuando le pregunté lo mismo me ignoró. Y luego unos minutos después, sólo me dijo que ya era hora de que Laila regresara a casa y, por consiguiente yo también.