01. Mal Humor.

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Lily Luna observó por la ventana, acaba de salir de la ducha, y el ruido en el jardín le sorprendió, se suponía que estaba sola en la casa, bueno, eso era hasta hacía diez minutos, o menos, no tenía idea en qué momento habían llegado sus hermanos, Scorpius, Alex y Ted, que estaban riendo divertidos, no les prestó atención, avanzó hasta su ropa y comenzó a vestirse.

El mal humor de Lily era algo nuevo para sus conocidos, y eso lo demostró la cara de los chicos, ya que se había asomado por la ventana para gritarles que se callaran al menos un momento, fue James el que se cruzó de brazos.

—Si no te gusta, puedes poner un maldito hechizo, Lily Luna –soltó enfadado.

La mano de la joven apuntó a su hermano, de la punta de su varita salió un rayo de color purpura, todos observaron al mayor de los hijos Potter, sus labios estaban cubiertos por algo extraño, el mayor de todos los presentes regresó su vista hasta ella, bastante confundido.

—Y es mejor que se callen, o seguirán todos ustedes –los señaló ofuscada y cerró de golpe su ventana.

—Jamás la había visto de tan mal humor –rezongó Scorpius poniendo los ojos en blanco.

—Tienen que ser esos días del mes –soltó Albus, sin darle importancia.

—Y ¿no le han preguntado qué es lo que le pasa? –cuestionó Ted a Albus, que negó.

—Bueno, sí, papá le ha dicho que si pasa algo malo, y ella simplemente se limita a contestar de forma ruda y se va a su habitación.

—Pero ¿es todo el intento que han hecho de saber qué ocurre?

—Ted, si estás tan preocupado ¿por qué no vas tú y se lo preguntas? Si tanto valor tienes.

El metamorfomago se quedó callado, no tenía ganas de ser hechizado por Lily, sabía que cuando estaba irritable, podía ser más cruel que Voldemort, el claro ejemplo era James, que hasta ese momento, no habían podido revertir el hechizo de Lily.

—Es imposible, vamos a tener que decirle que solucione esto –habló Scorpius.

—Yo no –soltó Albus.

—Tampoco –soltó Scorpius y Alex.

—Vamos, Ted, eres el más afortunado –lo empujó Albus, haciendo que el chico resoplara y avanzara hasta el interior de la casa.

Subió las escaleras una vez que se cercioró que la pelirroja no estaba en la planta baja, la puerta de su habitación estaba abierta, así que se paró en el umbral, y la observó, estaba de pie, viendo a algún lugar, algo extraño le pasaba, no era normal que fuese tan... así, normalmente era la chica más dulce, alegre y feliz que había conocido.

—Lily –la nombró en un tono suave, para no asustarla, pero no obtuvo respuesta –Lily –la nombró de nuevo.

La sujetó del hombro cuando no hubo respuesta alguna, ella dio un salto, se giró hasta él, pero no lo insultó ni nada, aunque ya no era la niñita que corría al verlo, había quedado una cierto respeto mutuo, una vez que fue a Hogwarts y se hizo de amigos propios, él era para ella el ahijado de su padre, un primo lejano, se llevaban bien, pero no eran demasiado cercanos; no había confianza entre ellos como una amistad, nada.

—Lo lamento ¿decías? –cuestionó ella, sacudiendo su ensoñación.

—Scorpius y los demás necesitan ayuda con el hechizo que le lanzaste a James.

—Sólo fue un tapaboca –se encogió de hombros –el contra hechizo es fácil –avanzó hasta la cama.

—Me temo que no han podido, por eso me enviaron.

Positivo [Teddy & Lily]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora