16. Marcador.

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Andrómeda salió apresurada al escuchar el grito de Lily, se tranquilizó al verla colgada del cuello de su nieto, profesando su amor por él, aquello le hizo sonreír alegre, al final, su nieto tenía a una buena mujer que lo amaba tal y como era.

—Lo lamento abuela –se disculpó Ted.

—No te preocupes, esta clase de vida es la que me hace falta –pero díganme ¿por qué tanta algarabía?

—Su nieto sabe cómo hacerme la mujer más feliz del mundo –soltó Lily, alejándose de Ted y observando la imagen frente a sus ojos.

—Viene con un certificado de autenticidad –le informó –y algo más, gira la imagen.

La joven frunció el cejo, pero al hacerlo, se encontró con que el cuadro tenía vidrio por ambos lados, permitiendo ver la parte blanca de la fotografía, casi se le resbaló el cuadro cuando notó la letra.

Para Lily,

Que esta imagen te recuerde que la simpleza en las cosas, es lo que le hace simplemente hermosa, no solo a las personas, si no a la vida misma.

Mangetsu.

Volvió hasta él para abrazarlo, sus labios se pegaron a la mejilla del metamorfo, que cambió su cabello de color ante el gesto de la chica, la rodeó con ambos brazos, y evitó que se alejara por un largo minuto.

—Gracias –susurró en su oído –en serio, muchas gracias.

—Me alegra que te gustara, dudaba que lo hiciera –soltó una risita cuando ella lo golpeó.

—Es de Mangetsu, obviamente me encanta ¿cómo lo conseguiste?

—Cobré unos favores –se encogió de hombros.

—Bien, entonces mi regalo ya no le gustará tanto –soltó Andrómeda.

Lily se giró hasta la imagen de Ted y ella, era una foto de su boda, inclinó la cabeza, en aquella foto no se veían tan tristes, parecía incluso como que realmente eran felices por ser el señor y la señora Lupin, abrazó a la mujer alegre y agradeció el detalle.

—Creo que tendré que competir con el lugar principal ¿cierto? –Sonrió Ted, rodeando su cuello, y besando su sien.

—No hay nada que competir, Mangetsu irá sobre la chimenea.

—Al menos no dijiste que chimenea –sonrió encantador.

Lily desayunó observando la imagen que Ted le regaló, no podía separar los ojos de ahí, era tan sencilla, pero tan hermosa al mismo tiempo, estaba embelesada, tanto que no se fijó que Ted la observaba a ella de esa misma forma.

—Sólo espero que vengan más seguido, niños, porque me han tenido tan abandonada...

—También puede ir a casa –soltó Lily, sonriéndole –Ted puede cocinarnos a ambas.

—Sí, abuela –negó divertido –cuando quieras ir, sólo... ve.

—Normalmente estoy en casa –admitió Lily –Ted llega tarde algunas veces, así que tendremos tiempo entre nosotras.

Andrómeda no dijo nada sobre que su nieto llegara tarde a su casa, era de los que prefería llevarse el trabajo que a quedarse en la oficina, pero no dijo nada delante de su ahora nieta.

—Dime, veo un regaño atorado en tus ojos –soltó Ted, divertido, mientras abrazaba a su abuela para despedirse.

—Lily es una niña realmente encantadora.

—Abuela, estoy consciente de eso, me casé con ella.

—Dime ¿entonces por qué la engañas con Susan?

Positivo [Teddy & Lily]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora