11. Tentación.

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La joven siguió paseando por los pasillos, para Sebastian aquello lo exasperaba más que nunca, nunca se había topado con una mujer tan... cambiante, quizás era el embarazo y sus hormonas, pero iba más a su corta edad, posiblemente ni siquiera ella sabía lo que quería.

—Luna... sé honesta conmigo –pidió –quiero saber si tengo futuro o realmente pierdo mi tiempo, si él te gusta...

—Mantengo mi distancia con él, porque no quiero que se encariñe con el bebé –soltó.

— ¿Por qué? –Cuestionó Sebastian.

—Hace unos días, me llegó una lechuza, encontré unos excelentes padres para el bebé, viven en Escocia, me dejaron escoger el padrino.

Sebastian la sujetó del brazo, jalándola para obligarla a verlo, ella se agitó con temor al verlo enfadado por primera vez.

—No puedes hacer eso –soltó fuera de sí.

—Claro que sí puedo, y lo haré.

—No, es que... -negó –mi madre hizo lo mismo conmigo ¿sabes? –sonrió de forma extraña –me dejó en un orfanato y jamás volví a saber de ella, hubiese preferido que me matara, antes de dejarme tirado, esa acción es cruel.

—Él tendrá una familia –soltó Lily.

—Sí, también los Keller eran mi familia, pero no me trataban tan bien como a sus propios hijos, siempre fui la basura en la familia, no podían tener hijos, pero sólo llegué yo, y a los seis meses ¡Boom! Mamá Keller se enteró que tenía dos meses de embarazo.

—Lamento tu mala experiencia, Sebastian, pero...

—Tienes a Lupin a tu lado...

—Y estoy embarazada de otro hombre –soltó divertida –no creo que a él le entusiasme criar al hijo de otro, y no tiene planes de hacerlo ¿recuerdas que vamos a separarnos en cuanto el tiempo mínimo del matrimonio se cumpla? No voy a tener un hijo por mí cuenta, no quiero.

—Cásate conmigo –soltó –yo cuidaré de ambos –se inclinó a besarla, pero la joven lo evitó.

—Debes dejar de hacer eso e intentarlo, Sebastian, me caes bien, pero no te veo de esa forma.

—Entonces, si Ted decidiera quedarse contigo tú...

—Nada de eso va a pasar, Sebastian, lo lamento mucho, pero la decisión está tomada, envíe los papeles firmados hace tres días, cuando éste bebé nazca, no será mío, será de alguien más.

Avanzó por la tienda, al hombre le tomó un par de minutos alcanzarla, y por fortuna para Lily, el tema de no dar en adopción a su hijo quedó enterrada.

Ted se burló al verla llegar de mal humor, dejó caer las bolsas junto a él, así que sacó lo que había en el interior, el hecho de ver ropa de bebé le hizo sonreír más, ella estaba completamente decidida a quedarse con ese bebé ¿o por qué otra razón compraría ropa con apenas casi cuatro meses?

—Parece que no te fue muy bien –murmuró.

—Dime ¿qué tanto sabes de Sebastian? –Cuestionó, esa simple pregunta hizo que Ted frunciera el cejo.

—No mucho, llegó de Escocia hace poco.

Lily se sentó suavemente en el sofá, con la mirada extraviada en algo, así que él aprovechó aquello para sentarse a su lado, un extraño cosquilleo se apoderó de ella cuando sintió la mano de Ted en su muslo.

—No me asustes ¿estás bien? –Ella asintió y sonrió.

—Nada que deba preocuparte –guardó la ropa en la bolsa y se alejó de Ted, subió las escaleras y se perdió de vista.

Positivo [Teddy & Lily]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora