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"Es una adolescente de 16 años, estaba con su familia en un parque de diversiones acuático. Unos chicos le hicieron una broma y la chica se fue de espalda, al llegar al final del tobogán sufrió tal impacto que su cuero cabelludo se desprendió de su craneo provocando un rio de sangre y gritos histéricos, la trajimos lo más pronto posible, sus padres están con ella". El paramédico Hammer le explicaba a Joaquín la situación, caminando a paso acelerado.

Cuándo llegaron a la camilla donde se encontraba la paciente, Joaquín no estaba preparado para lo que se iba a encontrar. La tapa de los sesos de la chica estaba completamente desprendida, tan solo colgando por una fina línea de piel al borde de su nuca, la sangre se volvía puré, los padres lloraban.

"¿Qué le hará a mi pequeña Caroline?, Se salvará, ¿Cierto?, Todo es mi culpa, debí cuidarla más".

"Debe estar tranquila señora Clinton, el doctor Bondoni salvará a Caroline".

"Dile a Marcos que lo quiero en el quirófano, ¡Ya!". Joaquín gritó, Hammer asintió y salió disparado hacia Emilio. Los ojos de Joaquín recorrían la escena, levantando la vista, sonrió a los padres. "Todo estará bien, salvaremos a Caroline". Y sin más se fue al quirófano.

ƥƥƥƥ

"Bien, aquí estoy, ¿Para qué me quieres?". Emilio dijo, agitado, digamos que correr de un extremo del hospital hasta otro no es fácil como atarse la agujetas.

"Vamos a operar a una adolescente que por «accidente» le volaron la tapa de los sesos". Joaquín se colocaba el cubrebocas, atando los listones, mirando el reflejo de Emilio a través del espejo, su expresión «Estás de broma, ¿Verdad?». "¿Qué, acaso no te crees capaz de operar?, Sólo debes colocar una placa, haz visto cómo lo hace Spencer, debemos salvar una vida, Emilio".

"Bueno sí he visto como lo hace pero...".

"¿Pero qué?, ¿Tienes miedo?, Creo haberte dicho que conmigo no van los rodeos, sí te digo que vas a entrar ahí, operar y salvar la vida de una persona, lo haces porque soy tu superior y punto". Joaquín encaró a Emilio, su mirada severa al igual que su tono de voz demandante.

"¿Y por qué Spencer no viene y lo hace?".

"Porque Spencer fue de visita con su madre a Ohio durante una semana y tú serás su suplente en su ausencia". Joaquín giró para caminar con dirección al quirófano, totalmente preparado, se detuvo en el umbral de la puerta. "Confío en tí, Emilio, estoy seguro que harás un buen trabajo".

Emilio no perdió más el tiempo al escuchar esas últimas palabras, empezando a lavarse las manos con jabón y solución salina, poniéndose la bata, guantes, cubrebocas y gorro, dándose un último vistazo frente al espejo, caminó hacia el quirófano.

Joaquín lo miró entrar, la enfermera suministraba anestesia local y suero, un enfermero checaba el pulso.

"Bien, ¿Cuál es el problema?". Emilio preguntó, serio y decidido.

"El cráneo sufrió una gran ranura al ser golpeado con el límite del tobogán, ahora estoy checando el cerebro, voy a cortar un aneurisma para detener el sangrado y drenaré la sangre que está acumulada mientras tú buscas lo necesario".

Todas y todos pusieron manos a la obra, Joaquín movía el bisturí como si fuera una pluma, Emilio preparaba la placa.

"Doctor Marcos, ya puede hacer lo propio, he terminado mi trabajo". Joaquín irguió su cuerpo, haciéndose a un lado para que Emilio pudiera tener acceso a Caroline. "Confío en ti".

Amor De Hospital | EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora