Amor De Hospital | Emiliaco

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20 de Noviembre de 2020.

Ha pasado un año, ¿Quién diría que ese día Joaquín iba a perder al amor de su vida?.

Joaquín miraba la pequeña caja entre sus manos, lágrimas amenazaban con salir por el rabillo de sus ojos. Una caja pequeña de terciopelo negro, abriéndola esa argolla se dejó ver. Oro blanco, diamante, rubí, diamante, rubí, diamante, rubí, diamante.

Emilio había decidido regresar a su casa, su corazón ya se recuperó y ya podía trabajar una jornada completa, entonces sí, Joaquín no se negó y permitió que Emilio se fuera. Esto le dió la libertad de sacar el anillo de compromiso.

Sus piernas flaquearon al recordar ese día, su interior se estrujó, toda su alma se sumergió en un dolor incesante, con mucho esfuerzo se levantó, se colocó la argolla en el dedo anular, limpió sus lágrimas y salió de su apartamento para ir a trabajar.

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"Hola mi ...". Emilio se quedó callado, Joaquín pasó de largo, su mirada fija en los azulejos, de hecho, todo el personal tenía un aura triste y Emilio no entendía que sucedía.

"Debes dejarlo tranquilo". Lauren llegó a su lado, estrechando de los hombros a Emilio con un brazo. "Hoy se cumple un año de la muerte de James, por eso las flores".

El momento en que Emilio cruzó la puerta principal del hospital un aroma tropical inundó sus fosas nasales, ese aroma lo conocía, Joaquín en dos ocasiones le había mandado dos ramos de flores tropicales. Ese aroma fresco y delicioso.

Un año... Joaquín debe estar pasándolo mal y sé que no debo presionarlo para que me diga que le sucede pero me preocupa.

"Emilio, hoy es un día memorable para el hospital, vamos a honrar la memoria de James Pierce, Joaquín está sensible y no queremos que salga llorando durante el discurso que dará, ¿Podrías darle apoyo?, Ya sabes, estar con él en todo momento, preguntarle cómo se siente y demás".

"Oh claro, iré a buscarlo, nos vemos en el auditorio". Emilio se despidió de Lauren y fue al lugar donde estaría Joaquín: Algún quirófano.

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Emilio caminaba por el pasillo, buscando a Joaquín en cada uno de los quirófanos, llegó al cuarto y ahí estaba, sentado en el suelo, sus piernas abrazadas por sus brazos.

"Oye, ¿Qué haces aquí?". Emilio se puso de cuclillas a lado suyo, acariciando su espalda, viendo cómo de esos hermosos ojos color café brotaban lágrimas.

"Me duele, ¿Sabes?, Ver todo lo que tienen planeado, las flores, eran sus favoritas, recuerdo cuando fuimos de vacaciones a Hawaii y un residente nos regaló un ramo de esas flores a cada uno, al instante de aspirar su aroma él quedó fascinado, de ahí todos los fines de semana le regalaba un ramo y él era tan feliz". Joaquín se desplomó, Emilio lo sostuvo entre sus brazos, abrazándolo con fuerza, dándole a entender que él siempre estaría ahí, el corazón le dió una punzada, el dolor que sentía Joaquín se había transmitido hacia él, sintiéndose débil.

"Estoy aquí, cariño, no te dejaré solo nunca, seremos felices y haré que James se sienta orgulloso de mí al saber que amo y cuido a su pequeño Joaquín".

"Tuve miedo, Emilio, terror, pánico cuándo te ví a punto de morir".

"Hey pero eso no pasó porque fuiste valiente y me salvaste, ¿Recuerdas?".