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El primer paso para el amor siempre va a ser la primera vez que esa persona se presenta frente a tus ojos, de ahí ya se abre terreno al enamoramiento, infatuación, deseo, pasión y por último, al amor.

Emilio se encontraba en la infatuación. Su deseo de estar con Joaquín era medido por todas las unidades de medida del Sistema Internacional. El turno dió fin a las 19:30 p.m, Joaquín ya se encontraba en la salida, cubierto por un abrigo negro, afuera caía una ligera llovizna.

"¿Listo para conocer al chef Emilio Marcos?".

"No puedo esperar más o de lo contrario tendré que entrar al hospital, no como doctor sino como paciente". El sarcasmo en la voz de Joaquín provocó una sonrisa en Emilio.

Los dos caminaron hasta el estacionamiento en donde se encontraba la camioneta Jeep de Emilio, el rizado le abrió la puerta a Joaquín y este subió, acomodándose en el asiento de cuero negro, prestando atención a los detalles, el aromatizante era embriagador.

"¿Listo?". Emilio preguntó una vez ya sentado en su lugar, metiendo la llave de la camioneta y poniendo el motor en marcha.

"¿Vives muy lejos?". Joaquín fácil podía irse a su casa a pie y llegaba sano y salvo en 10 minutos, solo tomaba el autobús o taxi cuando se retrasaba.

"Vivo en la otra punta de la ciudad". Dijo Emilio, saliendo del estacionamiento y tomando la ruta.

Ninguno de los dos dijo algo más, Joaquín miraba por la ventana, disfrutando de las luces neón, las personas paseando con su mascota, otras con su pareja o simplemente solas, la radio transmitía: "Say Say Say" de Paul McCartney y Michael Jackson.

"Llegamos". Emilio sonrió, mirando a Joaquín tarareando la canción.

Cuándo la última nota sonó, Joaquín se dió cuenta que la camioneta ya no avanzaba por el asfalto, miró a Emilio y él solo asintió, saliendo de la camioneta y asegurando bien la puerta para después rodear la camioneta y abrir la puerta de Joaquín, él le sujetó de la mano que le extendía y de un salto salió de la camioneta.

La fachada de la casa de Emilio era antigua, los detalles de madera, la cerca que marcaba el límite con la siguiente casa estaba pintaba de diferentes colores.

"Vamos, tengo una cena que preparar". Emilio sonrió y empezó a caminar, subiendo los tres escalones que daban a la puerta principal, Joaquín lo seguía con ojos maravillados, todo el terreno cubierto de un pasto verde y pequeñas flores.

Cuándo entraron, Joaquín se quedó boquiabierto al ver la rústica del hogar, desde una amplia escalera de caracol que daba al segundo piso hasta la fina madera del suelo.

"Puedes ponerte cómodo en el sofá, yo iré a preparar todo y te llamaré cuando esté listo". Dijo Emilio mientras caminaba con dirección a la cocina, los pies de Joaquín lo seguían, viendo todo, la antigüedad de los muebles y lo bien conservados que se encontraban.

"No puedo creer que vivas aquí, más bien, no puedo creer que seas amante de los bienes antiguos". Joaquín se sentó en el pequeño comedor que estaba en la cocina, mirando como Emilio sacaba de la nevera los ingredientes.

"Bueno, es la herencia de mi padre, que fue herencia de mi abuelo hacia él y de... Está casa ha estado en nuestra posesión desde 1950". Emilio empezó a encender las parrillas de la estufa, colocando una olla con agua y un trozo de cebolla y sal para poner a cocer la pasta mientras él picaba todo.

"Vaya... Pues que casa tan más hermosa, quiero saber cómo es que llegó tu familia aquí y también quiero ayudar a cocinar".

"Bien, puedes ayudarme con los pimientos y yo te contaré, ¿De acuerdo?". Joaquín asintió sonriente y Emilio le tendió dos pimientos, tabla y cuchillo para que empezara a cortar. "La Segunda Guerra Mundial se abría paso, mi abuelo y abuela eran judíos y vivían en la Italia fascista de Mussolini, viajaron hasta aquí y los alojaron como estadounidenses, mi abuelo se enlistó en el ejército para ser parte de los aliados y derrotar a los nazis. Mi abuelo fue doctor, su especialidad fue la cardiología, mi abuela era enfermera, de hecho se conocieron cuando mi abuelo fue interno en Italia, de ahí surgió su historia de amor".

Amor De Hospital | EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora