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El tiempo voló, en un abrir y cerrar de ojos Emilio ya se encontraba arreglándose para la ceremonia que cambiaría el rumbo de su vida.

Su reflejo en el espejo, sus rizos peinados, la corbata de moño no podía estar en la forma que él quería, la puerta de la habitación fue tocada, sobresaltandolo.

"Oye cariño, yo también te quiero ver pero debemos esperar un poco más de tiempo".

"Bueno, no soy tu cariño". La voz de Romina lo hizo sonreír, se volteó y dejó que ella acomodara su corbata. "¿Sabes?, Jamás pensé que llegarías a casarte tan pronto". Una sonrisa melancólica. "Nuestros padres se casaron a tu misma edad y para ese entonces yo ya existía en el vientre de mamá".

Esa boda fue magistral, en los muelles de Dinamarca, el aroma fresco del mar, la famila Osorio y Marcos se unían para fortalecer lazos y formar una hermosa familia, dónde lo primero lo que prevalece es el amor y la esperanza de ser mejores personas, de ayudar a quién sea sin pedir algo a cambio.

"Es buen momento para entregarte esto".

Romina sacó de la bolsa de su abrigo una caja mediana, cuero negro, ella extendió su brazo para entregarle la caja a Emilio, él sabía lo que había ahí, las argollas de matrimonio de sus padres. Tomando la caja, la abrió, dejando que la luz del Sol impactará contra esas joyas.

"Ellos decidieron que tú serías quién las usara, no quiero presionarte pero ya debemos irnos, Nathalie y Adam nos esperan afuera".

Poniéndose la chaqueta del traje y rociandose un poco de colonia, salieron de aquella habitación de hotel.

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Las manos le sudaban, sentado en una banca con cuidado de no ensuciar su traje, Spencer y Lauren estaban a lado suyo.

"No quiero arruinar la paz pero... ¿Vendrá tu familia?". Spencer preguntó y recibió una mirada asesina por parte de Lauren.

"Joder Spencer, pues vaya que si haz arruinado la paz".

"No lo sé, han sido tantos años sin verles".

"Básicamente desde que naciste". Ahora Lauren le propinaba un golpe en la cabeza.

"Oye, este un gran día para Joaquín y tú con tus preguntas, si esas personas de mente cerrada no quieren venir no hay problema, al final, su verdadera familia está aquí y somos todas y todos, así que ya cierra el pico".

Los sonidos de llantas los sacaron de su discusión, varias camionetas y automóviles se estacionaban cerca del lugar en dónde sería la ceremonia, personas con vestidos largos, trajes costosos, colonias dulces y frescas.

"Creo que debemos irnos, hay que prepárate para ser entregado a los brazos de tu hombre". Lauren fue la primera en levantarse, Spencer la siguió y al último Joaquín.

Realmente le daba una punzada en el corazón pensar que ningún miembro de su familia llegaría a su boda, un día tan especial para él y tan sólo estaría acompañado de sus amigas y amigos.

Al llegar a la pequeña carpa destinada a que Joaquín se arreglara, un hombre muy parecido a su padre estaba ahí, Joaquín frunció el ceño, ¿Quién era ese hombre?.

"¿Quién es usted?". Preguntó con firmeza, su voz incluso salió un poco fuerte, el hombre solo sonrió.

"Eres tan parecido a tu padre pero tienes los ojos de tu madre, no haz desarrollado masa muscular y eres un doctor".

Amor De Hospital | EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora