Amor De Hospital | Emiliaco

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Nota: Este capítulo estará lleno de rolitas que quedan perfectas con el tema del capítulo, reproduzcan y disfruten de la lectura.

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Primer Año Juntos.

Sus manos sudaban, su respiración era agitada, todo su ser estaba concentrado en la carretera que tenía frente suyo. Después de meditar durante un mes, pedir consejos a Lauren, Spencer y básicamente a casi todo el personal, el día al fin había llegado, una decisión un tanto apresurada si le preguntaban, pero él estaba más que seguro que Joaquín aceptaría.

Hablando de Joaquín, seguro él ya estuviera en casa, esperándolo, disfrutando de la sorpresa inicial, había puesto todo su esfuerzo en decorar la casa, pétalos de rosas, velas aromáticas, una cena que su madre le había enseñado a cocinar.

Al estacionar la Jeep, sus nervios incrementaron, el peso de esa pequeña caja dentro de su bolsillo le recordaba que debía seguir adelante, que ahora no podía ser cobarde y regresar por donde vino. Abrió la puerta, claramente Joaquín ya estaba ahí, 5 minutos de espera.

"¿En dónde estabas?". Le preguntó después de besarlo. "¿Podemos ir ya a disfrutar de esa cena?, ¡Me muero de ganas!". Emilio no podía articular palabra, solo asintió y fueron hasta el típico comedor pequeño en la cocina.

Empezaron a engullir los alimentos, un silencio tranquilo los rodeaba, la botella de champagne estaba un cuarto abajo, cuándo hubo terminada la comida, Emilio se levantó y tomó la mano de Joaquín llevándolo de regreso a la sala, lo sentó en el sofá central, fue en busca de la guitarra de su padre y regresó con ella en mano, Joaquín lo miraba sorprendido.

Las primeras notas empezaron a sonar, dando entrada a la voz de Emilio:

Me gustan tus ojos, me gusta tu boca, me aloca,
Me aloca el roce de tu piel, tu presente, tu ayer, me gusta,
Me gusta todo, todo me gusta de ti.

Me gustan tus manos, cuándo te saludo
Y sudo, sudo de nervios de pensar, que pudiera tocar, tu alma.
Me gusta tu alma, tu alma me gusta, me gustas.

Me gusta amanecer pensando que me quieres,
Soñarte se hizo ya el mayor de mis placeres,
Me gusta todo, todo me gusta de ti.

Me gusta tu estilo, medio despistado
Pecado, pecado no fuera soñar, que pudiera tocar tu cuerpo,
De cuerpo y alma, todo me gusta, me gustas.

Me gusta amanecer pensando que me quieres,
Soñarte se hizo ya el mayor de mis placeres,
Me gusta todo, todo me gusta de ti.

Las últimas notas fueron tocadas, las lágrimas se deslizaban por las mejillas de Joaquín, su sonrisa era grande logrando que sus ojos se achicaran. Emilio dejó la guitarra en un sillón y tomando varias respiraciones y relajando sus nervios, se arrodilló frente a Joaquín, sacando la pequeña caja de terciopelo blanco.

"Hoy cumplimos un año de conocernos, un año en donde hemos vivido cosas maravillosas y no tanto, un año desde que te ví por primera vez y quedé fascinado por tu belleza, inteligencia y sobretodo por tu gran corazón y valentía". Emilio hizo una pausa, mirando los ojos sorprendidos de Joaquín, sus manos en su boca. "Joaquín Bondoni Gress tú llegaste a mi vida para llenarla de luz y amor, te haz convertido en una parte muy fundamental en mi vida, en mi ser, en mi alma. Tal vez esto sea apresurado pero ya no puedo retrasar más esto...". Con dedos temblorosos Emilio abrió la caja, dejando a la luz una argolla de plata decorada por pequeñas esmeraldas y con todo su valor logró preguntar: