Amor De Hospital | Emiliaco

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Una semana después...

Una semana llena de sexo vainilla, escapadas al sótano, la puerta del almacén cerrada con seguro, gemidos y jadeos ahogados, cenas románticas en la casa de Emilio, una copa después del turno en el bar de Joe, dos noches en el apartamento de Joaquín, un intento en el ascensor del hospital, un domingo en el parque, conociéndose, riendo de las bromas malas de Emilio y los comentarios sarcásticos de Joaquín.

Pero el lunes cambiaría su curso, después de amanecer unidos en la cama de Emilio, darse una ducha, desayunar waffles y malteada de fresa, el trayecto en la Jeep escuchando música clásica de los años 70's, entrelazando las manos al cruzar la puerta del hospital y que el personal los recibiera con una sonrisa, Lauren esperaba ansiosa a Joaquín.

"Hola chicos, iniciemos bien la semana, con toda la actitud y disposición a aprender y como quiero que se fomente el aprendizaje, hoy ha llegado un nuevo residente al cual debes enseñar cómo manejar el bisturí, Joaquín, ¿Qué te parece?". La sonrisa de Lauren era ancha, la emoción se reflejaba en su voz, Emilio y Joaquín fruncieron el ceño.

"¿Quién ha venido, Lauren?".

"Prepárense para conocer a Dereck Sandler". Lauren hizo ademán a alguien para que se acercara, Emilio y Joaquín voltearon hacia donde Lauren miraba, la imágen de un joven residente resaltó, su cabello rubio, ojos verdes, piel blanca y cuerpo formado, la playera del uniforme apretaba bien los músculos en sus brazos y torso, Joaquín abrió la boca y Emilio frunció más el ceño, sus cejas casi formaban una sola.

"Hola, buenos días, soy Dereck Sandler, residente trasladado del hospital de Miami, para mí es un placer ver frente a frente al mismísimo Joaquín Bondoni". Dereck extendió su mano y Joaquín la estrechó, Dereck se llevó la mano de Joaquín a sus labios y la besó con suavidad, Joaquín se sonrojó al instante, Emilio carraspeó y la escena frente a él se detuvo.

Dereck se irguió y le guiñó a Joaquín, sonriendo con altanería, miró a Emilio y su expresión cambió rotundamente, su mirada pasó de ser seductora a una llena de enojo, sus fosas nasales se expandieron, respirando con pesadez.

"Marcos, que gusto verte aquí". Dereck fingió una sonrisa y volvió a extender la mano, Emilio miró aquella mano, bufó y regresó sus ojos lleno de furia hacia el rostro de Dereck. "Bien, como sea, doctora Hamilton, estoy listo para empezar mi residencia, ¿Qué debo hacer?".

"Oh, eso debe preguntarselo al doctor Bondoni, él será su maestro". Lauren sonrió, Joaquín seguía con un ligero color escarlata en sus mejillas, Emilio miraba molesto a Dereck. "Doctor Bondoni, recuerde tener paciencia, el chico es inteligente pero primero debe acostumbrarse a su manera de conducir el tren y doctor Marcos, el doctor Jenner lo espera en la sala de urgencias, doctor Sandler, es un gusto que esté aquí, me voy, nos vemos". Lauren caminó, pasando por enfrente de ellos, sacudiendo su mano.

"Estoy a su disposición doctor Bondoni, puede hacer conmigo lo que quiera". Un nuevo guiño y el calor aumentó en las mejillas de Joaquín.

"Yo iré con el doctor Jenner, nos vemos en la hora del almuerzo". Emilio levantó la barbilla de Joaquín, rompiendo el contacto visual que había entre él y Dereck, le dió un beso pero no cualquier beso, fue uno territorial, rudo y ansioso, al separarse, Joaquín asintió y Emilio se fue, dejando a un Joaquín jadeante.

¿A qué demonios vienes Dereck?, Ni pienses que pondrás uno de tus sucios dedos en la piel íntima de Joaquín, tus encantos no van a funcionar, él me quiere, lo sé.

¿Pero qué cosas pienso?, Joaquín y yo ni siquiera somos pareja como para que ande de celoso.

No lo son porque todavía no te atreves y antes de que se lo pidas, Dereck estará encima de Joaquín, moliendolo contra el colchón y tú solo te quedarás viendo porque eres un cobarde de mierda.