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"Oh mierda, ¿Ahora qué?".

"Vamos Emi, hay que ir a trabajar".

"¿Y si nos quedamos aquí todo el día?".

"Claro, claro, ¿Tienes algún plan para traer comida, agua, ir al baño, tomar una ducha estando acostados?".

"Me dejaste agotado, no puedo moverme sin sentir mis músculos tensos y mis articulaciones dormidas". Emilio formó un puchero con sus labios, Joaquín sonrió, ¿Cómo demonios Emilio lograba verse tan lindo recién despertando?, Con sus rizos alborotados, sus ojos acuosos por el sueño almacenado en ellos, su aliento mañanero.

"Oh, pobrecito, soy un mal novio porque te dejo sin una erección mañanera". Joaquín sonrió con lascivia y metió su mano debajo de la sábana, sosteniendo el pene flácido, dando suaves y pequeñas caricias.

"Cariño, logras agotar hasta su límite mi líbido, solo me alcanza para 4 erecciones y tú andabas de insaciable y tuve que poner todo de mí para aguantar las 5 veces y ahora... ¡Ah!".

"Eso mi amor, regálame una erección y prometo no pedirte más de 3 felaciones el día de hoy". Joaquín acariciaba con avidez aquel pene que lo elevaba al cielo, Emilio jadeaba, sus mejillas se tornaron rojizas, sus labios un poco resecos y entreabiertos.

Joaquín se subió al torso de Emilio, quitando de en medio la sábana y dejando toda la desnudez majestuosa del rizado, sus músculos tensos, los dedos de sus manos apretando las caras externas de los muslos de Joaquín, dejando marcas, pequeños hematomas ovalados y rojizos.

"Eres un buen chico". Sin más, Joaquín alineó el pene de Emilio, jugando con el glande y estimulando su anillo de músculo, entrando en un solo brinco, los gemidos resonaron en las cuatro paredes de aquella habitación de la infancia de Joaquín.

ƥƥƥƥ

El teléfono celular no dejaba de sonar, después de follar como dos adolescentes precoces se quedaron dormidos, sin caer en cuenta de cuánto tiempo hasta que el sonido del aparato los hizo removerse, Emilio buscaba a tientas el celular y lo halló.

Al ver el identificador soltó un resoplido, ¿Acaso Lauren no tenía algo mejor que hacer?, Con mucha pena y carraspeando varias veces contestó.

¡¿Se podría saber dónde demonios están metidos, hay mucho trabajo que hacer?!.

Estamos... Bueno... Fue una noche agotadora y... Amaneciendo hicimos... Dormimos... Perdimos la noción del tiempo...

¡Ustedes son todo un tema!, ¡Quiero que traigan sus traseros aquí, me viene dando por culo si Joaquín está dolorido o tú no puedes usar bóxer porque tu polla está sensible!, ¡LOS QUIERO AQUÍ, AHORA!.

Emilio iba a contestar pero el sonido de la llamada finalizada se lo impidió. Al checar la hora, se dió cuenta que básicamente se pasaron toda la mañana acostados y teniendo sexo. Con toda la pena empezó a mover a Joaquín de encima suyo, este soltó un sonido de desagrado y abrió los ojos con pesar.

"¿Qué sucede?". Con su mano se limpiaba los ojos, frotandolos un poco para eliminar el sueño, su interior estaba pegajoso y sucio, los fluidos empezaban a salir.

"Lauren llamó y quiere que vayamos al hospital, al parecer hay mucho trabajo por hacer". Emilio sujetaba en su mano derecha una toalla húmeda y se limpiaba un poco para después ir a darse su merecida ducha. "Ven aquí, te voy a limpiar un poco".

Amor De Hospital | EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora