El cielo brilla con más fuerza aún cuando mis ojos están cerrados, se ilumina con mayor intensidad mientras llueve y la luz baña las calles y los interiores sin importar la niebla. Mi corazón está extasiado, todos sus impulsos se encuentran regidos habitualmente por el estímulo externo, pero ahora es diferente, tomo entre mis manos el latir y puedo detenerlo si así lo deseo, puedo morir y resucitar sin esperar aquellos tres días. Mis páginas viejas que leí tantas veces me dañaron antes y ahora, pero con la diferencia que está vez sostendré en mis manos la cuchilla, en esta ocasión seré mi propio verdugo y no pienso tener piedad, pondré en regla mis desdichas y adjudicare sentimientos a sus propietarios, no cargaré más con estas emociones estancadas, sacaré de mis venas lo que sobra y lo enviaré por correo a sus dueños, allí reposarán las cartas y los poemas, las canciones y los sonetos, cualquier intención de amor y tristeza se irá muy lejos donde no pueda verlos, existiendo fuera de mi aquellas cosas del pasado tendrán su propio tallo y su propia necesidad de luz, no pienso compartir mi dicha, ni el beso, no pienso compartir las caricias que me brinda mi amado, lo toco con codicia porque a mí se entrega por completo, no más desdicha, sin arrepentimientos por una noche duermo.
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Diálogos nocturnos que hago llamar poemas [Nuevos capítulos]
Poetry∞ Poemas, monólogos, prosa sombría y pensamientos existenciales ∞