9열.

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V

Viernes, sábado, domingo, lunes, martes, miércoles, jueves, viernes...
Ocho días habían pasado desde aquella vez que vi a mamá después de siete años.
Desde aquella noche en la que me di cuenta, acerca de mis sentimientos.

Conocía sus ojos como la palma de mi mano. Sabía cuando pedía un deseo. Cuando me dice mentalmente que soy un tonto por algo que la ha hecho reír.
Sé cuando está cansada y quiere llegar a casa lo antes posible.
Conozco sus ojos, la conozco mejor que a mí mismo.

Reír a carcajadas, escuchar, oler el mar, bailar sin zapatos, dormir hasta tarde, reír sin razón, llorar por alguna, todo eso tenía el doble de sentido si estaba a su lado.
Por qué con ella sentía que estaba vivo.

—Y... ¿Qué opinas? —preguntó mientras salía de su habitación.

Levanté la mirada para encontrarme con la suya.
Se veía hermosa.
Portaba un vestido negro arriba de la rodilla, manga larga y espalda al descubierto que se moldeaba perfectamente a su figura y que la hacía lucir más alta de lo que ya era, decidió utilizarlo con tenis blancos.
Había planchado su pelo y descubrió su frente, dejando sus hermosos ojos con sombras en tonalidades oscuras a la vista, con esas pestañas largas, sus mejillas eran de un color rosa tenue y coloco brillo en sus labios.
No sé por cuanto tiempo estuve observandola, pero seguro no fue un lapso corto, y... Es que simplemente no podía apartar la mirada de ella.

—Tae, ¡Tae! —gritó captando mi atención del más allá.

—¿Si? —sacudí mi cabeza levemente, tratando de despejar mi mente.

—¿Qué te parece? ¿Me veo mal? —preguntó nerviosa.

Negué repetidas veces.

—Te ves hermosa —le sonreí sinceramente. Porque si, se veía maravillosa esa noche.

—No sabes lo nerviosa que estoy, jamás me habían invitado a algo —suspiró.

—Oh vamos, todo saldrá bien —le anime colocándome al frente suyo —Deberías llevarte algo con que taparte, hace un poco de frío.

El timbre se hizo presente por toda la casa.

—Está aquí —exclamó aún más emocionada—No me esperes despierto, cena y descansa, te veré después —tomó un pequeño bolso, y salió de la casa dejándome completamente solo.

Si le dijera lo que siento ahora, se que se alejaría, no está lista para sentir lo que yo siento. Necesitaba irme. Irme ahora que podía. Irme ahora que no estaba porque sabia con seguridad, que no podría hacerlo con ella de frente. Lamentaba distanciarme, pero no podía fingir que no me estaba enamorando de ella. Se sentía como si mi corazón palpitara, aunque muerto sabia que estaba.

Quizá necesitaba tiempo.
Quisiera quedarme, hacerla sentir lo mismo que siento yo.

Pero.. ¿Sería justo? ¿Realmente sería justo?

No, yo no lo creo.

Ahora alguien más estaba sintiendo algo por ella, esperaba que el la hiciera feliz, y le deseaba todo el amor que estaba buscando y que le hacía falta.

Observé una última vez aquel lugar... Y sin más salí de ahí.
Con la seguridad de que aquello era lo correcto.
Y con el pensamiento de no dar marcha atrás.

🟤 𝑮𝒉𝒐𝒔𝒕/𝑲𝒊𝒎 𝑻𝒂𝒆𝒉𝒚𝒖𝒏𝒈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora