Capítulo 19: Revelaciones

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Unos días antes...

-¿A qué está esperando esa idiota? Se dedica a jugar a las casitas en vez de cumplir con su obligación? -Sejmet estaba furiosa. Se quitó el disfraz de Atenea y recuperó su bella apariencia.

Seth le había ordenado vigilar y proteger a su Reina, pero ella tenía otros planes. Se encargaría de destrozarla para que odiáse a todos y así guiarla a que destruyese los Orbes, ya que Sofía era la única que podía hacerlo. Pero antes de eso, necesitaba usar el Orbe del agua, con su poder podría engendrar un niño que se convertiría en la reencarnación de Seth y como agradecimiento, Seth la haría su reina y no esa estúpida mortal.

Ella se paseaba arriba y abajo cuando su amante entró en la habitación. Amir se sacó el disfraz de Tenma y recuperó su aspecto. La agarró por la cintura y la besó mientras ponía en sus manos el Orbe de Agua. Ella pegó un grito de felicidad y lo abrazó.

-¿Qué tal si probamos ahora el Orbe? - Amir miraba con lascivia a la diosa guerrera. Sejmet era la diosa de las epidemias y enfermedades, la encargada de quemar a los condenados hasta hacerlos cenizas.

Fue su día de suerte cuando Seth acudió a ella para sembrar el caos en el mundo mientras él preparaba su regreso. Ella odiaba a todos los grandes dioses, a Ra y a sus hijos, pero especialmente a Isis. La hija de Isis moriría por su propia mano aunque le costase la inmortalidad. Aquella era su gran oportunidad para deshacerse de todos.

-No, ya tengo decidido con quién voy a usar el Orbe. -Una sonrisa malvada apareció cuando pensó en el Caballero de Sagitario, el caballero más leal de la diosa Atenea entre todos los caballeros y que además amaba el recipiente mortal de la diosa de la guerra.

Unas semanas después...

Sofía estaba furiosa, aquella zorra se paseaba a todas horas del brazo de Sísifo. Sabía que lo hacía solamente para molestarla. Aspros puso los ojos en blanco. Desde aquel día que habían descubierto lo de Sísifo y la falsa Atenea, él y Asmita se turnaban para proteger a Sofía. Tarea nada sencilla, ya que cada dos por tres Sofía deseaba sacarle los ojos a la falsa diosa.

Aspros la arrinconó contra la pared del Templo poniendo una mano a cada lado de su cabeza. -Sofía tienes que parar. Así no vamos a conseguir nada. Tenemos que encontrar el momento en que Sísifo esté sólo para poder liberarlo de su control.

Sofía bajó la vista. Sabía que Aspros tenía razón y que no sólo estaba sufriendo ella. Había pillado en varias ocasiones a Aspros mirar a su amigo con tristeza. Sofía levantó la vista y acarició la mejilla de Aspros.

Aspros gimió al sentir el contacto de su mano, aprisionó su cuerpo con el suyo y la besó con desesperación. Ella le rodeó el cuello con los brazos para encajarse a su cuerpo. Aspros subió su vestido hasta la cintura, le arrancó las bragas y metió su mano entre sus muslos, acariciando su sexo, el cual ya estaba húmedo. Gruñendo de impaciencia se quitó parte de la armadura para liberar la presión de su entrepierna y la alzó sobre su cintura para penetrarla. Era tal el deseo y la urgencia del uno por el otro que pocos minutos después llegaban al orgasmo. Arreglándose las ropas se dejaron caer al suelo abrazados mientras recuperaban la respiración.

Así los encontró Asmita a los pocos minutos. -Chicos, es el momento. Sísifo ha ido sólo a su casa, Atenea se encuentra en el templo.- Sofía se separó de Aspros y corrió escaleras abajo, no oyó el suspiro de resignación de Aspros.

Sofía entró en la Casa, encontró a Sísifo en su despacho, mirando por el ventanal. -Sísifo... - Éste se giró al oír su voz. -¿Qué haces aquí? No deberías estar aquí sin tu escolta. - Sísifo la miraba furioso, él jamás la había mirado así. En realidad no recordaba que alguna vez se hubiese enfadado con ella. A Sofía se le llenaron los ojos de lágrimas.

Más allá del tiempo [Saint Seiya: TLC] [FINALIZADO] #FL2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora