O C H O

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No sé cuánto tiempo estuvimos caminando por el bosque en silencio, no era incómodo, cada uno se estaba tomando su tiempo para poder recobrar un poco el juicio que había perdido durante los acontecimientos pasados. Edward era bueno en ese sentido. Me dejaba tranquila y no exigía que le explicase nada si no era lo que yo quería. Sabía esperar y le estoy gratamente agradecida por ello.

- Edward...

- No creo que debas darme explicaciones sobre tu vida pasada ya que acabo de conocerte y lo que hayas hecho o no con Garrett no es de mi incumbencia - dijo rápidamente - Aunque las imágenes se repetían una y otra vez en su mente. Así que me deja bastante claro que tenéis algo. Siento que me estoy entrometiendo...

- No - negué rápidamente al ver por donde iba el curso de sus palabras - No te has entrometido en nada...

- Garrett piensa lo contrario - suspiro - Piensa demasiado fuerte. Es demasiado...soez...

- Ahg qué vergüenza - gruñí.

Escale uno de los árboles y subí hasta la parte más alta sentándome en una de sus ramas, Edward copio mis actos y se sentó a mi lado para acto seguido hablarme con suavidad: - No debes avergonzarte. Lo ha hecho a propósito porque sabe que puedo leer su mente; él debería estar avergonzado por como actuó...

- Fue una noche de debilidad - me explique - Acababa de saber sobre mi nueva existencia y necesitaba a alguien a mi lado. Acababa de ver a mi hermana, a mis amigas morir y él estaba ahí...sé que suena horrible pero jamás pensé que él se lo pudiera tomar de otra forma. ¡Por dios nos acabamos de conocer! No le pedí que se casara conmigo...solo fue una maldita noche como muchas otras...

- Así que has tenido más noches... - dijo burlón; rodeé los ojos y le di un pequeño golpe en el hombro.

- Calla anda - susurre con una pequeña sonrisa - Nuestros mundos son distintos, lo sé, hemos nacido en épocas diferentes y nuestras enseñanzas también lo son. Seguramente tu ni te imaginarías, por aquel entonces, perder la virginidad antes de casarte pero ahora las cosas son diferentes. Todo es más rápido...por decirlo de alguna manera.

- Te entiendo - asintió - No debes darme ninguna explicación sobre lo ocurrido con Garrett, de verdad. Es tu vida puedes hacer lo que quieras April.

- Gracias Edward - dije observando detenidamente su rostro perfectamente esculpido - Eres un gran chico y tengo suerte de haberme topado contigo...

- Yo también tengo suerte de tenerte April - susurro

Edward rodeó con uno de sus brazos mi cintura atrayéndome hacia él. Coloque mi cabeza en su hombro y cerré los ojos mientras inspiraba aquel olor que tanto me gustaba. Sabía perfectamente que si él se marchase en aquel instante y se perdiera por el bosque yo podría encontrarle. Por qué lo primero que sentía, antes de su presencia, era aquel olor tan enigmático que él posee.

- Siento mucho haberte incomodado tanto con la pregunta sobre los asesinatos en Seattle - dije sin moverme

- En realidad no me marche por que me hubiera molestado tu pregunta - dijo este acariciando mi brazo - No te negaré que un poco si me molesto, pero lo que realmente me estaba fastidiando eran los pensamientos de Garrett. Podía escucharlo desde donde se encontraba...como te he dicho sus pensamientos son demasiado altos y soeces.

- Lo lamento.

- Deja de disculparte por algo que tú no has provocado - dijo con una pequeña sonrisa - Quería hablar con él pero apareciste tú rápidamente.

- Me habías preocupado por la forma en que te habías ido...no quería que estuvieras enfadado conmigo - dije alzando la vista encontrándome con aquellos orbes dorados.

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