Garret.
No sé cuánto tiempo vagué sin rumbo. En solitario sin nadie con quien poder compartir el tiempo que tan lentamente pasaba para nosotros los seres inmortales. Ella, en parte, me había devuelto las ganas de vivir. De conseguir una nueva vida. Una en la cual no tenía que vagar por las calles oscuras en busca de un ser con el alma más podrida que la mía, para así, poder alimentarme. Quería cambiar por mí y también por ella. Para que no se convirtiera en lo que yo era. Un monstruo.
Dejé caer el cuerpo sin vida de aquel hombre que horas antes había intentado asaltar a una pobre chica que salía de la biblioteca. Patee la pierna de este para así apartarlo de mi camino, y poder seguir mi rumbo. ¿Adónde puedo ir ahora? - pensé. Estaba cansado de seguir vagando por el mundo, escondiéndome en el bosque por el día como un parásito y saliendo por la noche para poder saciar mi sed de sangre. Mi actitud es una mierda, lo sé, pero realmente April había calado en lo más profundo de mi ser con solo mirarme. Desde el momento que la conocí quise protegerla, porque algo dentro de mí sabe que es especial, que no es una simple inmortal. Pero tenía que cagarla. Tenía que abrir mi gran boca y destruir la relación que teníamos - ¡Joder! - espete pateando una roca que me había encontrado en el camino mientras volvía a "casa". No es una casa. Es una pequeña chabola que he hecho para poder pasar el día y las eternas noches sin que nadie, ni nada, me moleste. Sé que es estupido que me encuentre ahora en medio de este bosque, teniendo la casa que tengo a las afueras de Seattle, pero se que en cuanto entre a ese lugar, lo primero que aparecerá en mi mente serán aquellos rojizos orbes cubiertos por una nube de deseo. Y no puedo. Me niego por qué también recordaré cómo sus ojos, que poco a poco se convertían en un tono más dorado, solo miraban y prestaban atención a aquel chico Cullen.
Volví a patear la misma piedra enviándola aún más lejos, pero entonces, un pequeño gemido lastimero llamó mi atención. No era un animal herido porque no olía a sangre, pero si detectaba el olor a vampiro, varios habían estado en esta misma zona. Escalé el árbol que tenía delante, y en cuanto llegué a varios metros del suelo escondiendo mi silueta entre las sombras de la noche, lo vi.
***
April.
Para desgracia de todos el fin de semana había acabado y debíamos volver a nuestra vida de siempre. Rosalie había estado toda la mañana de mal genio sabiendo que mañana debía volver al instituto. Por mi parte; me daba pereza porque sabía que no tendría nada que hacer. A diferencia de Rose, me apetecería mucho volver a estudiar, pero nada de tener que pasar por el calvario del instituto. Echaba de menos la universidad. Pero sabía que en algún momento de mi vida volvería y me sacaría la carrera, y aunque no pudiera ponerla en práctica, al menos la tendría y conseguiría lo que siempre quisieron mis padres para mí.
- Gracias por un fin de semana tan increíble April - sonrió Edward mientras acariciaba mi muslo
- Estoy feliz de haber podido sacarte de tu zona de confort y haber hecho actividades diferentes. Poder ser nosotros mismos sin tener que escondernos por si alguien nos ve.
- Eso ha sido sin duda... - el rostro de Edward poco a poco fue cambiando de una preciosa sonrisa a una mueca extraña. Sin decir nada se bajó del coche y se posicionó delante de este. Sin pensarlo dos veces me baje del coche y me coloque a su lado. Entonces sentí esa extraña sensación, era leve pero estaba ahí y eso me atormentaba. No solo por que un extraño estuvo merodeando por nuestra casa cuando nosotros no estábamos, si no, por que en mi interior sabía a quién pertenecía ese aroma.
En cuanto los demás llegaron notaron el mismo olor que nosotros. Jasper y Edward salieron para intentar rastrear la zona, mientras que los demás nos quedamos en casa. Nadie había reconocido el olor, pensaban que era un nómada que estaba de paso y le entró curiosidad. Pero yo sabía que no era eso. En cuanto Edward cruzó la puerta corrí hacia él y envolví mis brazos en su cintura. Necesitaba de su confort, porque sabía que en el momento en que dijera sobre mis sospechas nada volvería a ser lo mismo. Los orbes brillantes de Edward hicieron conexión con los míos, y en la forma en como este me veía me di cuenta de que ya lo sabía.
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Blood
FanfictionS I N O P S I S Lo perdí todo en un abrir y cerrar de ojos... Se suponía que iba a ser una noche de fiesta con mi hermana y mis amigas... Pero todo se convirtió en un infierno Soy April Foster y pienso matar a mis creadores. Me vengare.