U N O

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Aquella noche parecía ser perfecta. Mis amigas y yo, nadie más que nos molestase. Nada de estrés por culpa de la universidad.

La noche era nuestra.

Katherine y yo bailábamos en la pista que estaba a rebosar de gente sudorosa; que al igual que nosotras querían un día de diversión y olvidar absolutamente todo. Melisa y Tania nos miraron cómplices mientras sus cuerpos se restregaban sobre dos chicos realmente guapos. Kath y yo reímos mientras seguimos bailando y saltando. Y más que cantar gritabamos Wake me up de Avicii.

Todo estaba yendo la mar de bien...

- Creo que es hora de irse - chillo Kath para que pudiese escucharla sobre aquel barullo.

- ¿Qué hora es? - pregunté

- Son las seis de la mañana - rio

- Si, es hora de irse. Estos tacones me están matando - reí

- Vamos a por esas dos - señalo a Melisa y Tania que mas que besarse con aquellos dos chicos parecían tener sexo delante de todos. Asentí y para no separarnos le di la mano a Kath quien me guió entre la gente que aún seguía bailando - ¡Hey! Ya es hora de irse chicas - dijo estirando a Melisa y Tania

- Lo siento chicos, os las tenemos que robar - reí al ver la cara de aquellos dos, tenían pinta labios por todo el rostro. Entre Kath y yo sacamos a Tania y Melisa de allí mientras ellas gritaban sus correspondientes números telefónicos para que las llamasen.

- ¿Por qué sois así? - gruño Melisa - Era realmente guapo...

- Haberle dado tu numero antes - rodó los ojos Kath

- Venga no es para tanto Melisa - rio Tania - Siempre salimos y nos enrollamos con el mismo prototipo de tío. La próxima vez que salgamos también encontrarás a alguien con quien darte un par de morreos.

- Pero ese chico era...uf...- lloriqueo Melisa

- Esta vez te doy la razón - dije codeando a Melisa - Era un bombón...

- Os odio - río Melisa - Era todo un bombón...Pero no besaba tan bien. Me metió la lengua hasta la tráquea - aquello nos hizo explotar en carcajadas - Realmente ha sido una experiencia asquerosa y llena de babas...

- Por dios basta que me meo encima - chilló Tania mientras se sostenía el estómago.

- Venga sh, sh que son las seis y media de la noche y vamos a despertar a todo el vecindario - dijo Katherine mientras me cogía de la mano para caminar por las calles solitarias de Seattle. Lo único que se escuchaba a aquellas horas era el repiquetear de nuestros tacones y nuestras risas contagiosas.

Gire mi rostro para mirar las calles que íbamos dejando atrás por mera seguridad. Lo hago aunque sea de día. Las calles estaban oscuras, solo un poco iluminadas por las farolas y tenía un ambiente terrorífico. Volví mi vista adelante y me concentre en Tania y Melisa que iban haciendo el tonto mientras Kath se reía de ellas. Volví a girar mi rostro. Me sentía observada.

- Kath, será mejor que nos apresuremos - dije volviendo mi vista una y otra vez hacia atrás.

- Tranquila April no hay nadie - me sonrió - Son solo imaginaciones tuyas, es normal, da un poco de miedo pero falta poco para llegar a casa.

- ¿¡Queda pizza!? - chillo Melisa la mas afectada por el alcohol.

- Creo que sí - asentí

- Vaya tela con estas dos - negó divertida Kath.

Un estruendo a nuestras espaldas nos hizo detener nuestra caminata. Observamos nuestro alrededor, todo estaba silencioso y aquello me perturbaba demasiado. ¿Por qué no habíamos salido a un bar más cerca de la residencia? Aquel pensamiento se repetía una y otra vez en mi mente desde que habíamos dejado el club.

BloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora