Hair- Sirius Black

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-¡Luna Alaska Scamander! -Grito enojado al verla en la sala común.

La chica volteo desentendida viendo a su amigo y recordando lo que había hecho soltando una estruendosa risa.

-¿¡Que mierda hiciste con mi cabello?! -Dijo exasperado

-Le hice un arreglo. -Dijo riendo al ver lo mal que le quedaba el pelo corto a Sirius.

-¡ESTO ES HORRIBLE, ALASKA! -Respondio espantado.

-Tranquilo, tengo hechizo para volverlo a la normalidad pero quiero algo a cambio. -Sonrio divertida viendolo desde el sillón de la sala común.
Sirius camino hasta el sillón y se sentó junto a ella.

-Mas vale que vuelvas a la normalidad mi pelo o pagarás las consecuencias.

-Lo que digas, Black. -Hizo un ademán con la mano restándole importancia. -El trato es que si yo te devuelvo tu cabello, tú irás a Hogsmade conmigo el fin de semana. -Explico jugando con su varita en sus dedos.

-Suena bien. -Dijo pensándolo.

-Entonces... ¿Tenemos un trato? -Le sonrió a lo que el chico asintio y estrecharon sus manos.

-Pero debes volver mi pelo a la normalidad ahora. -exigio.

-No creo que eso sea posible, pero te lo puedo devolver antes de ir a Hogsmade. -Dijo con una sonrisa triunfal la chica a lo que Sirius bufo y asintio.

-Bien, hasta entonces. -Finalizo yéndose.

Lo que Alaska no sabía era que lo que quedaba hasta el fin de semana serían los días más molestos de su vida gracias a las bromas de los merodeadores.

El día siguiente, miércoles, había comenzado con una broma muy leve como lo era esconder sus libros por toda la sala común. La pecosa con un simple "Accio" recuperó todos en un segundo, cosa que el grupo no tenía pensado que haría.

Jueves.

Los Jueves son tan aburridos como los martes, especialmente cuando el causante del aburrimiento es el profesor Binns, un fantasma que un día había ido a dormir en su forma humana luego de dar clases y al día siguiente su alma salió de su cuerpo solo para seguir dando clases, realmente aburrido, al igual que su materia. Ese día le habían llegado cartas a Alaska de parte de Sirius, eran explosivas, por lo que cuando las abrías explotaban en tu cara.

Viernes.

Los viernes eran la gloria para cualquier estudiante, todo esfuerzo para terminar las clases lo más despiertos posibles parecía válido aquel día. Claro, Alaska nunca se lo permitió, esa había sido una de las razones por las cuales había sido premio anual, porque la Scamander siempre había sido una alumna excelente.

Ese día fue el peor de todos, ya que los Merodeadores de encargaron de que el rumor de que estaba saliendo con Sirius se extendiera por los pasillos.

Eso solo había sido el comienzo.

Alaska se encontraba caminando por los pasillos para ir al gran comedor, escuchaba susurros a su alrededor y cada vez que pasaba frente a algún grupo que esté hablando se quedaban callados para verla. La ojiverde se pregunto que ocurría y por qué la miraban como si hubiera muerto, tal vez lo había hecho y no se había dado cuenta, como el profesor de historia de la magia, pero no era asi al parecer ya que cuando veía hacia sus pies notaba que seguían ahí.

Automáticamente pensó en una persona, la que había sido responsable de todas las bromas que le habían hecho desde el miércoles, Sirius Black.

-¡Sirius Orión Black! -Grito acercándose a la mesa de Gryffindor enojada.

One-Shots (Harry Potter) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora