I love you- Sirius Black

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—¿Es verdad lo que está contando Sussy? —Pregunto curiosa la ojiazul.

—¿Que está contando? —Dijo extrañada volteando a ver a su amiga.

—Que rechazó a Sirius. —Explico sentandose a comer con ella.

—Oh, si, claro que es verdad. —Respondio al recordar lo que había pasado esa noche

[...]

Eran aproximadamente las cuatro de la mañana cuando el pelinegro se hizo presente en la puerta de Sussy, su crush de Slytherin.

—¿Que quieres, Black? —Dijo con desprecio.

—Vengo a... —Sus palabras eran algo confusas pero luego de unos minutos saco detrás de él un ramo de rosas. —Yo... Bueno creo que en realidad ya lo sabías, me gustas, mucho, de verdad. —Sonrió con completa sinceridad e inocencia, entregándole las flores a la morocha.

La chica miro con asco de arriba abajo al Gryffindor y de un manotazo tiro las rosas al suelo.

—No necesito tus rosas, Black, vete. —Dijo finalmente cerrandole la puerta en la cara.

Con el corazón roto, lágrimas en sus ojos y la dignidad perdida fue al primer lugar que se le ocurrió.

—¿Sirius? ¿Que haces aquí? —Pregunto dormida, Chleo, intentando aclarar su vista para ver bien al pelinegro.

—Bueno, es que... —En ese momento, la rubia comprendió que pasaba y también que si llegaba a decir una palabra más el animago estallaría en llanto.

Finalmente la chica lo dejo pasar, ambos se sentaron en la cama de la rubia y esta abrazo al pelinegro.

—¿Quieres contarme lo que pasó? Sino no hay problema podemos comer helado lo que queda del día. —Propuso, cerrando las cortinas de su cama con un movimiento de varita, dando más privacidad para que el Gryffindor pudiera abrirse.

Sirius siempre confiaba en Chleo para cualquier cosa, por lo que sin dudar, comenzó a contar lo que había pasado con Sussy.

—Y tiró las rosas como si fueran basura. —Dijo, finalizando su relato, con los ojos vidriosos.

—No quería decirlo pero te lo dije. —Dijo en un susurro la chica mientras dejaba un corto beso en su frente. —No te preocupes, hay muchos peces en el mar, Pads.

El resto de la noche se la pasaron hablando, de vez en cuando la Hufflepuff salía a buscar más helado para el pelinegro ya que, él, aparte de estar desfigurado como para salir, tampoco quería ser descubierto en las habitaciones de los Hufflepuffs un sábado por la noche.

[...]

—¿Y ya? ¿Eso es todo? —Pregunto, Sally, viendo a su amiga sorprendienda.

—Si. —Dijo extrañada.

—Te gusta Sirius desde primer año ¿Y no harás nada al respecto? Van a robártelo. —La miro alzando una ceja.

—Estoy acostumbrada a verlo con otras chicas. —Se encogió de hombros volteando a verlo, sentado con sus amigos, abrazando a Marlene McKinnon por los hombros.

Ese mismo fin de semana y el que le seguia y el que le seguía la historia con la Slytherin se había repetido, Sirius nuevamente había sido rechazado y había vuelto, al borde del llanto, al dormitorio de Chloe para contarle que había pasado exactamente lo mismo que la otra vez.

La Hufflepuff, harta del sufrimiento de su amigo y de sus noches en vela llorando, decidió hacer algo al respecto.

—Voy a matarla. —Dijo, al perder la paciencia.

One-Shots (Harry Potter) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora