One-Shots (Harry Potter)

Death Eater- Sirius Black

Ahí estaba Black, una vez más, intentando convencer a Olivia de salir juntos.

—¿Podemos ser más que amigos? —Rogó el pelinegro.

La rubia se volteo a verlo al igual que sus dos amigas, miro al ojigris con una expresión despectiva y abrió levemente la boca para decir algo.

—Puedes ser mi sirviente. —Sonrio hipócrita para luego seguir caminando dejando a Black con las palabras en la boca.

Unos pasos más atrás, los merodeadores estaban apoyados en una pared viendo el intento fallido de su amigo. El mismo había vuelto como su la chica acabase de decir que lo amaba con intensidad.

—¿Y? ¿Que dijo? —Pregunto James esperanzado.

—Dijo que podía ser su sirviente. —Bufo para luego dejar que una sonrisa se apoderara nuevamente de sus labios. —La amo.

Remus, James y Peter respondieron con un suspiro ante el comentario del pelinegro.

Por otra parte, en la habitación de la Slytherin, se escuchaban las voces de Olivia, Danny y Lucy debatiendo sobre lo que estaba pasando con Sirius.

—No se por qué sigue insistiendo. —Rodo los ojos la rubia apoyando su cabeza en la almohada que estaba en su falda.

—Pobre de el si Regulus se entera que te está insinuando. —Dijo Danny mirándola.

—Sirius es un idiota, no tiene remedio. —Escupió Lucy.

A la mañana siguiente el mayor de los Black se acercaba a la mesa de Slytherin, entes de llegar volteo a ver a sus amigos quienes le hicieron seña de pulgares arriba y finalmente se acercó a Olivia.

—¡Linda! —Exclamo pasando un brazo por los hombros de la rubia quien volteo a verlo con asco.

—¿Ahora que quieres, Black?

—¿Podemos hablar en privado? —Sonrio de lado viéndola.

La ojigris saco el brazo de Black de sus hombros sin cambiar su expresión de desagrado.

—No. —Dijo seca.

El pelinegro notó la presencia de su hermano frente a la silla de la chica.

—Hey, Reg. —Le sonrió.

—Vete a tu mesa, Sirius. —Respondio serio.

El chico volvió a su mesa cabizbajo.

—Es peor que Evans. —Exclamo el azabache.

—Me ama, solo que no lo sabe. —Dijo sentandose en su lugar.

—Te ama tanto que te lo deja en claro cada vez que te le declaras. —Alzo una ceja Peter viéndolo.

Esa misma noche, los merodeadores habían decidido ir por algo de comer, pero fue inevitable ver en el mapa a Regulus y Olivia hablando en uno de los pasillos. Mientras los demás comían, Sirius le pidió su capa a James y fue a ver qué hacía la rubia con su hermano.

—Estoy harta de que me digas que hacer. —Dijo cruzada de brazos viendo al pelinegro.

—No me interesa, no puedes ir con mi hermano, arruinaría tu imagen, la mía y la de nuestras familias. —Alzo una ceja viéndola.

—No porque nos hayan comprometido quiere decir que tenga que seguir tus órdenes, debo recordarte que no acepte nuestro compromiso y mucho menos esta maldita marca. —Señalo a su brazo.

—¡Cállate! Nos puede estar escuchando alguien.

—No me voy a callar, porque estoy harta de hacer lo que los demás me dicen, quiero vivir y tú junto con mis padres no me dejan.— Se quejó viéndolo seriamente.

—Entonces ve a arriesgar tu vida con el idiota de mi hermano, te arrepentirás. —La miro frío el ojigris.

—No me importa si me arrepentiré o no, se que yo elegí el lado correcto, ahora te toca a ti pensar si estás del lado correcto. —Dijo volteando para irse. —Y dile a mis padres que nuestro compromiso no podrá ser. —Finalizo caminando al baño de prefectos.

Black quedó boquiabierto ante lo que había escuchado, no dudo un segundo en seguir a la chica, preocupado. Al entrar escucho los sollozos de la Malfoy quien no notó el ruido de la puerta cuando se abrió, tampoco notó la presencia de Sirius cuando se quitó la capa de encima.

Olivia se encontraba sentada en el suelo abrazando sus piernas, las lágrimas salían lentamente de sus ojos mojando sus rodillas, cuando pensaba que dejaría de llorar recordaba lo que había hecho y sus ojos volvían a empañarse.

—Liv. —Dijo casi en un susurro el pelinegro acercándose lentamente a la rubia.

—¿Que quieres, Black? —Pregunto seria viendolo luego de limpiar sus lágrimas como si nada hubiera pasado. —¿Qué haces aquí?

—¿Estás bien? —En su tono se notaba una preocupación descomunal en el.

—Vete, no te importa.

—Si estoy preguntando es porque me importa. —Dijo sentandose frente a ella mirándola. —Escuche lo que hablaste con Reg, no sabía que... —Fue interrumpido por la rubia.

—No es lo que tú crees, mi mamá y mi papá me comprometieron con él, este verano me obligaron a hacerme la marca y no sé si quiera por qué te estoy contando esto. —Dijo bajando el tono de voz cada vez más mientras sus ojos se empañaban nuevamente.

—Hey, tranquila, tu secreto está a salvo.

—No quiero hacer esto, Sirius, no quiero casarme con tu hermano, mucho menos matar a quienes no son mortífagos o apoyan a Tu-Sabes-Quién. —Su voz temblaba pero ella se negaba a que sus lágrimas abandonaran sus ojos. —Probablemente mi familia me odie por esto, tal vez no me vuelvan a aceptar en casa, capaz algún día estén frente a mi apuntándome con su varita a punto de lanzarme un crucio. —No sabía por qué se estaba desquitando con el, por alguna razón sabía que Black podría entenderla más que cualquiera y se sentía completamente cómoda con ello. —Perdon por tratarte mal, no era mi intención pero Regulus no me dejo más alternativa, no se ni siquiera por qué sigues aquí escuchando lo miserable que soy, no se por que seguías insistiendo cuando aún así sabías que no aceptaría. —La rubia miro al pelinegro con una de sus lágrimas corriendo por su mejilla, el chico poso una de sus manos en la misma y con su pulgar la limpio. —Gracias. —Sonrio levemente.

—Livie, recuerda que siempre estaré para lo que necesites. —Sonrio levemente dándole un corto beso en la frente.

La ojigris se lanzó a abrazar al pelinegro casi tirándolo al suelo, escondiendo su cabeza en el cuello del mismo.

—Si te amo. —Dijo en un susurro luego de un corto silencio durante el abrazo.

—¿Cómo? —Pregunto sorprendido Black.

—Escuche lo que le dijiste a tus amigos en el almuerzo y quería confirmarte que si te amo. —se separó del abrazo viendolo levemente sonrojada y con una sonrisa algo triste.

—Podrias haberlo dicho en un mejor momento, eres impredecible, Olivia. —Rio levemente ahora abrazándola el.

—Pense que si te estaba contando secretos necesitabas saber el más importante. —Rio suavemente separándolo y tomando sus mejillas con ambas manos.

Por unos segundos la rubia se quedó plasmada admirando la cara del Black de cerca pero finalmente volvió a la realidad y lo besó suavemente. Sirius no se quedó atrás y correspondió el beso de la chica al instante, Olivia no era una chica más con la que estaba encaprichado, era realmente el amor de su vida.

—Yo tambien te amo. —Sonrio levemente  uniendo sus frentes al separarse del beso.