Amortentia- James Potter

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La mejor forma de perder el tiempo para Amber era molestando a James.

A lo lejos noto como el pelinegro se acercaba a las escaleras junto con su grupo, parecían estar hablando muy despreocupadamente.

—Hola, James. —Saludo tranquilamente Amber.

—Hola, Amb. —Tan despreocupado que no noto quien lo había saludado.

Tan despreocupado que no noto el pie de Amber frente a el cuando bajó el último escalón para llegar al aula de pociones, cayendo de cara al piso.

James junto a su grupo de amigos llegaron unos pasos detrás de Amber cuando la misma salió corriendo llegando tarde al igual que ellos al aula.

—Disculpe la demora. —Dijo seria al entrar la chica mientras se sentaba en su lugar.

El azabache entro con una expresión de pocos amigos y fue a sentarse a su lugar a unos metros de Amber, mientras sus amigos se disculpaban con el profesor.

—Eugh, James, ya entendimos que tienes colonia nueva pero no hace falta que te bañes en ella. —Rodo los ojos la chica, quien fue interrumpida por el profesor.

—El día de hoy prepararemos Amortentia. —Declaro provocando que los ojos de la pelirroja se abrieran de par en par mientras sentía como el calor subía a sus mejillas.

Su compañera de banco miro a la slytherin con una sonrisa burlona expandiéndose en sus labios. La misma cambio a una expresión de sorpresa al notar a quien le había recriminado su olor.

—No puedo creerlo ¿En serio James Potter? —Dijo intentado que sea un susurro.

—Cállate. —Chasqueo la lengua empujándola levemente.

—Amber, entre tantas opciones, justamente ¿el idiota de Potter? —Alzo una ceja intercalando su mirada entre James y Amber.

—No es un idiota. —Murmuro bajando la mirada a sus manos.

—¿Cómo?

—Que James no es un idiota. —La miro enojada.

—Sabes que lo es ¿Por qué no buscas alguien como... Lucius o Regulus? —Propuso su amiga.

—Son mortífagos. —Susurro como si estuviera gritando en voz baja.

—Tu también lo serás, Amber. —Le respondió de la misma forma.

—Pero... —La pelirroja se vio interrumpida por la voz de el profesor quien había terminado de explicar.

—Amber ¿Quieres pasar a oler tu Amortentia? —Propuso viéndola desde su lugar.

La Slytherin sintió las miradas de todos los alumnos sobre ella, incluyendo los merodeadores, quienes parecían más atentos a sus movimientos de lo usual.

La chica se levantó de su escritorio y camino por el pasillo de escritorios hasta el frente, se inclino levemente sobre la poción oliendo suavemente.

—Colonia, —Penso cual era el siguiente olor. —Pasto mojado y... Cera de escoba. —Finalizó.

—Bien, puede ir a su asiento, ¿alguien más quiere pasar? —Dijo mientras Amber bajaba las escaleras con la mirada de los futuros mortífagos sobre ella intentando matarla.

La chica llego a su banco y se sentó derecha fulminado con la mirada a los Slytherin que me estaban viendo.

—Yo te lo advertí. —Susurro su compañera.

Finalmente era hora de comenzar a preparar sus pociones. Amber permaneció callada el resto de la clase mientras preparaba muy concentrada su Amortentia. El aula apestaba a James Potter y sabía que era la única que olía eso.

—¿A qué huele la tuya? —Dijo viendo a la chica a su lado.

—Rosier, Luka. —Murmuro viendo de reojo al sangre pura que se encontraba unos bancos delante de ellas.

Amber miro desde su asiento la fila de al lado unos bancos más adelante dónde se encontraba el pelinegro preparando su poción, parecía estar bastante bien ya que tenía un tono rosáceo muy común en la misma. La chica se pregunto a qué olería la poción de el mismísimo James Potter.

Mientras la chica estaba perdida en sus pensamientos no noto cuando el Gryffindor volteo a verla. Y sonrió levemente, a pesar de estar enojado con ella, no podía evitar pensar en lo mucho que la quería.

Al notar los ojos marrones de James sobre los suyos, Amber se apresuró a mirar nuevamente su Amortentia ya terminada como si fuera la cosa más interesante del mundo.

Finalmente, la clase de pociones termino, junto con el sufrimiento de la Slytherin al saber que su próxima clase no era con el pelinegro.

La chica fue una de las últimas en quedar en el salón mientras recogía sus cosas, no la había esperado nadie y lo sabía por lo que no tenía intenciones de apurarse. Mientras guardaba sus cosas, noto como una figura alta se acercaba a ella, sabía quién era, lo había visto hablar con sus amigos mientras veía como su compañera de banco se iba.

—¿Que quieres, Potter? ¿Que te tire de las escaleras de nuevo? —Dijo levantándose y colgado su mochila de uno de sus hombros quedando así frente al chico encárandolo intentando parecer amenazante.

—Escuche perfectamente lo que dijiste cuando llegaste. —Hablo dando un paso para quedar frente a la chica.

—¡Felicidades! Pasaste el test de audición, no eres sordo. —Respondio sarcástica dando un paso atrás. —Ahora si me disculpas debo irme con los demás Slytherin. —Dijo volteando y caminando rápidamente a la puerta.

—No soy sordo ni idiota. —Alzo una ceja tomando su brazo y haciendo que volteara. —¿Gustas de mí?

—¿A qué huele tu Amortentia? —Prosiguio cambiando de tema.

—Pasto mojado, libro nuevo y café. —Respondio rápidamente.

Amber comenzó a acercarse poco a poco a la puerta, sabía que no podrían tener nunca nada con James ya que el verano siguiente tendría la marca en su brazo.

—Ya sabes a qué huele la mía pero esto nunca podría pasar. —Dijo abriendo la puerta rápidamente para luego irse corriendo antes que el Gryffindor hiciera más preguntas.

James, con su insistencia se apresuró a seguirla para finalmente atraparla entre sus brazos.

—Potter, suéltame. —Murmuro amenazante intentando zafarse de los brazos del pelinegro.

—Oh, vamos, admítelo.

Amber bufó, miro a su alrededor para luego hablar con James luego de que el mismo la soltara.

—Escucha, no podemos ser nada porque este mismo verano mi libertad va a pasar a depender de alguien más en contra de mi voluntad. —Explico en un susurro.

—Escucha, Amber, no me importa quien seas o quien vayas a ser, veremos una forma de arreglarlo, puedes escaparte y pasar las vacaciones en mí casa o algo así. —Propuso tomando sus manos entre las suyas.

—James, el te va a buscar, o peor, matara a mi familia. —Sus ojos reflejaban el miedo que estaba sintiendo en esos momentos.

—No, no, lo arreglaremos juntos, tu familia va a estar bien ¿Si? —Dijo uniendo sus frentes con delicadeza.

Amber suspiro levemente, miro sus manos junto a las del pelinegro, ya no había vuelta atrás, si realmente todo se podía arreglar, entonces podría aceptarlo. Miro los ojos de James los cuales estaban clavados en los suyos.

—Esta bien. —Susurro levemente.

El chico formó una curva en sus labios para luego unirlos con los de ella, Amber realmente se sentía segura junto a James a pesar de que a ambos pudiese pasarles algo. La pelirroja le siguió el beso soltando las manos del pelinegro para pasarlas por su cuello jugando con sus rulos, enredándolos entre sus dedos.

A lo lejos, un grupo de Gryffindors festejaban el triunfo de su amigo con la chica que le gustaba.

One-Shots (Harry Potter) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora