Dogs- Tom Felton

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Estaba santada en la sala con mi guitarra, la había abandonado hacia varios meses pero decidí volver a intentarlo. Mientras practicaba mis notas divisé como Eros y Hades corrían por allí jugueteando en el departamento, hacía unos meses me había mudado de la casa de mis padres y no dejaría ahi a mis perros por supuesto, Eros era un Malamute demasiado grande para un departamento tan pequeño y Hades era un Husky nuevamente muy grande para el departamento donde vivía, a pesar de ello se las arreglaban para correr por ahí sin problemas.
Mientras cantaba algunas canciones que me acordaba me di cuenta que los caninos estaban jugando con... ¿Que es eso? No tengo cuerdas en mi casa que yo sepa... ¡Era un cable!
-¡No jueguen con eso! -Les grito levantándose rápidamente y dejando su guitarra a un lado para acto seguido quitarles el cable y darles un leve golpecito en la cabeza a cada uno. Suspiró levemente para luego buscar la correa de cada uno. -Vamos a pasear. -Dijo finalmente poniéndole su correa a cada uno para luego bajar hasta la calle.
Caminó unos minutos hasta llegar al parque cerca de su casa, el día era nublado pero no parecía que lloveria por ahora, tal vez más tarde. A Olivia le gustaban particularmente esos días ya que el olor a lluvia era su olor favorito, había llevado la guitarra junto con sus apuntes para seguir practicando allá.
Una vez en el parque se sentó en el pasto, le quitó la correa a sus perros y estos automáticamente salieron corriendo felices, una sonrisa apareció en los labios de la teñida mientras veía a sus perros corriendo, luego se acomodó para seguir practicando.
No había muchas personas a su alrededor ya que nadie iría al parque en un día como este pero a Olivia realmente no le molestaba.
La chica movía sus dedos por las cuerdas mientras cantaba bajito la canción que quería aprender.
Luego de media hora de practica aproximadamente, volteo a ver a sus perros asegurándose de que estuvieran bien. Noto que se estaban correteando entre ellos pero luego de ver mejor noto que se les había unido otro perro negro, una sonrisa apareció en los labios de Olivia al notar eso, Eros y Hades no solían hacer de muchos amigos ya que se tenían el uno al otro, pero al parecer habían decidido incluir a una amiga a su círculo.
Los llamo con dos silvidos y sus perros se acercaron como les había enseñado.
-¿Asi que decidieron socializar?-Rio levemente mientras acariciaba al animal. -Hola linda, ¿cómo te llamas? ¿Tienes dueño? -Dijo divertida, rascándole la panza a lo que la perra contesto con un ladrido volteando a ver a un árbol, debajo de el un chico sentado con una guitarra cantando, lo había escuchado unos minutos atrás pero estaba demasiado concentrada como para prestarle atención, finalmente el rubio noto la presencia de la ojiverde, le sonrió y ella le devolvió la sonrisa. -Bien, pueden irse, no se alejen mucho. -Dijo dándole un premio a cada uno de los animales presentes para que luego los tres se fueran corriendo.
El ojigris se levantó y se acercó a la chica.
-¿Es tuya? -Pregunto refiriéndose a la perra a lo que el asintio.
-Se llama Willow. -Dijo para luego extender su mano para que la chica estrechara la suya con la de el. -Thomas, Thomas Felton.
-Olivia Landroy. -Sonrio mientras unia su mano con la del rubio.
-Asi que... -hablo mientras se sentaba al lado de la chica. -¿Tocas la guitarra?
-Mas bien lo estoy retomando. -Aclaro de morena.
-¿Necesitas una mano con eso? -Rio levemente.
-Si no te molesta. -Dijo mientras pasaba la hoja de su cuaderno.
Pasaron varios días, Tom luego de conocer a Olivia le dió su teléfono y se ponían de acuerdo para verse en el parque.
Meses después al apartamento de Olivia, en el que apenas entraba ella y sus dos mascotas, se añadieron una persona más y dos animales más, no vivían allí pero prácticamente se pasaban la mayor parte del día ahí. El rubio siempre llevaba a Willow para que Eros y Hades jugaran con ella, mientras sus dueños hablaban, cantaban, tocaban la guitarra, etc. Luego de varias charlas consideraron adoptar un gatito, lo hicieron y así llegó el cuarto animal a la casa, Figaro, quien por más que ambos no lo aceptaran, era su hijo.
Era una mañana fría y nublada de invierno, de esas en las que quieres quedarte todo el día acostada, a pesar de que esos eran los planes de Olivia, el peso del pequeño gato sobre ella la hizo despertar.
-¿Que quieres? -Dijo adormilada la morocha a lo que figaro respondió maullando. -Anoche te deje comida en tu plato ¿Que más quieres de mi? -Pregunto suplicante a lo que el gato se metió entre las sábanas de la chica. -Oh, tienes sueño. -Rio levemente.
Escucho el sonido de la puerta, sabía quién era; le había dado las llaves a Tom hace unos meses para que entre a su departamento con total libertad.
-¡Llegue cariño! -Dijo a modo de broma el ojigris.
-Ve a saludar a papá, Figaro. -Le ordenó a lo que el gato salió de entre las sábanas y corrió con Felton.
Mientras el rubio jugaba con el, Olivia se levantó, se puso una remera que su amigo había dejado en su casa y se dejó su pantalón de pijama para luego salir encontrando Tom jugando con los perros y el gato sentado en el piso.
-Hola. -Saludo sonriendo al chico con ternura.
-Hola. -Le devolvio la sonrisa para luego notar que tenía su remera puesta. -¡Hey! Eso es mío. -Protesto a lo que la chica rio levemente.
-Esta en mi casa por lo tanto es mía, aparte es comoda.
Thomas se levantó del piso para luego saludarla dándole un beso en la frente y ella le dió un beso en la mejilla para luego abrazarlo, a lo que el chico correspondió pasando sus brazos por la cintura de la chica y envolviendola en un abrazo.
Figaro había subido con mucha dificultad al tocadiscos de la rizosa, sin querer lo prendió para luego asustarse y caer dejando el vinilo reproduciéndose. Sin darse cuenta, ambos jóvenes comenzaron a moverse al ritmo de la música tranquila.
-Olivia
-¿Dime? -Dijo subiendo la cabeza para verlo.
-Desde hace tiempo quiero y necesito decirte algo. -Respondio nervioso. -Sabes que yo te quiero, te quiero muchísimo, pero no creo que sea la forma en la que un amigo quiere a una amiga ¿Comprendes?-Declaro para luego ver los ojos verdes de la rubia.
-Si...
-Y ¿qué opinas?-Dijo alzando una ceja viéndola.
-Que estoy de acuerdo. -Sonrio levemente haciendo puntitas de pie para estar cada vez más cerca Thomas a lo que el chico sonrió felizmente para luego alzarla y finalmente unir sus labios en un tierno beso. -Se que suena apresurado, pero si veo un futuro así. -Rio levemente haciendo referencia a que ellos se estaban besando mientras los perros correteaban por ahí y el gato jugaba en la casa que le había comprado Olivia.
-Yo también y no me molesta en lo absoluto. -Sonrio para luego besarla nuevamente.

One-Shots (Harry Potter) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora