Glasses- James Potter

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Despertó y se incorporó en su cama, para su suerte, sus compañeras de cuarto antes de abandonar el mismo la despertaron. Palmeo la mesa de noche en busca de sus lentes pero luego de varios minutos de búsqueda se encontró con que no estaban ahí.

-Maldito Potter. -Murmuro para sus adentros mientras se levantaba y se vestía.

La pelinegra hizo acto de presencia en la sala común de Gryffindor. Con el poco rango de visión clara que tenía noto una silueta de alguien que según ella era James.

-¡Potter! ¡Más vale que tengas mis anteojos sanos y salvos o voy a...

-Tranquila, Kali, soy Remus. -Dijo mirándola aturdido el licántropo.

-Oh, lo siento. -Rio levemente al darse cuenta de que no debía confiar más en lo que veía a lo lejos.

-James está en el gran comedor con los demás. -Informo viéndola.

-Gracias. -Le sonrió.

-¿Segura que puedes ir sola?-Bromeo Lupin.

-Creo que no viví cinco años aquí por nada, así que soy totalmente capaz de ir sola. -Dijo saliendo el lugar dejando una risa en los labios del chico quien luego de unos segundos siguio con su lectura.

Con sumo cuidado bajo las escaleras hasta llegar al pasillo que llevaba al gran comedor, corrio por los pasillos intentando esquivar las manchas que se colaban en su camino que, a medida que se acercaba, se veía con claridad quienes eran.

Cuando estaba a unos pasillos de llegar choco con la ancha espalda de un pelinegro, quien al ser empujado choco con un ojigris quien por efecto domino empujó al ojiazul frente a el.

Peter y Sirius voltearon a ver a James pensando que el había sido el causante de tal efecto en cadena, encontrándose con Potter viendo a la chica sin lentes detrás de el.

-¡Lo siento! -Dijo Kali para luego seguir su camino al gran comedor.

-¡Hey, Kali! -La llamo el chico haciendo que ella volteara al reconocer su voz casi de inmediato. -¿Buscabas esto? -Dijo sonriendo divertido mostrándole sus lentes.

La ojiverde se acercó unos pasos para comprobar que, efectivamente, Potter tenía en sus manos sus lentes.

-¡Damelos!-Se quejó lanzándose encima de él para recuperarlos, pero el era mucho más alto. -Vamos James sabes que no veo nada. -El chico reía mientras veía los intentos de la pelinegra para alcanzar sus lentes. -Sirius haz algo. -Dijo viendolo suplicante.

-No puedo hacer nada, me deja que viva en su casa. -Se encogió de hombros el ojigris a lo que la chica rodo los ojos, frustrada.

-Si no me los das tendré que quitarte los tuyos. -Lo miró alzando una ceja de brazos cruzados.

-Adelante. -Sonrio divertido.
Kali se acercó al chico y de un salto le quitó sus lentes para luego ponerselos.

-Esto es lo mismo que tener nada. -Dijo devolviéndoselos y apelando a la opcion b. -¿Que quieres a cambio de mis lentes?

-No lo sé, un beso ¿Tal vez? -La miro con cara de perrito mojado.

-No intentes convencerme con esa cara porque todos sabemos que a Black le sale mejor que a nadie. -Señalo cruzándose de brazos. -Y no, obviamente no te besaré. -Alzo una ceja.

Le encantaría admitir a todo pulmón que James Potter no la tenía completamente a sus pies, sería como no tener una distracción en ningún momento, pero desgraciadamente para Kali, no era así. Cada día que pasaba comprobaba lo enamorada que estaba del rizoso y no podía negar lo mucho que se aguantaba las ganas de besarlo muchas veces.

-Bien, toma. -Rodo sus ojos claros el mago mientras le tendía sus lentes.

Cuando la pelinegra estuvo a centímetros de tenerlos en sus manos el chico los alejo más, ella intento agarrarlos pero en su camino choco con los labios del pelinegro.

Su cara enrojeció por completo al notar lo que estaba pasando en esos momentos, lentamente la mano de James que tenía los lentes de la ojiverde bajo, sus labios en ningún momento dejaron de hacer contacto con los de Kali mientras dejaba sus lentes en su mano.
Finalmente ambos se separaron al compás de los aplausos de Peter y Sirius quienes habían visto todo a unos pasos de distancia.

Kali rio levemente mientras se ponía sus lentes, durante años había negado completamente la atracción de Potter hacia ella, pero la realidad era que ambos llevaban enamorados desde hace bastantes años y ninguno se había atrevido a dar el primer paso. Los otros tres merodeadores sabían perfectamente que se gustaban y en repetidas ocasiones habían intentando juntarlos pero nada funcionaba.

-Eso fue... -Dijo pensando las palabras adecuadas, pero su mente no estaba presente en esos momentos ya que estaba pensando en lo que había pasado hace unos segundos. -Wow. -Fue lo único que salió de sus labios al intentar describir como había sido el tacto de los mismos con los del contrario.

-¿Te gustó? ¿No me odias? No me mates por favor tengo una vida por delante. -Dijo al principio entusiasmado James.

-James por más que quisiera matarte no podría. -Rio la chica para luego tomar las mejillas del chico entre sus manos viéndolo a los ojos para luego besarlo nuevamente, esta vez paso sus brazos por el cuello del pelinegro mientras que este la aferraba a el abrazandola por la cintura.

-Eugh, que melosos. -Hizo una mueca de asco Sirius para luego voltear. -Vamos, Colagusano, antes que perdamos el desayuno por estos dos. -Dijo caminando seguido de Peter.

Una vez que los merodeadores estuvieron lo suficientemente lejos, Kali se separó de James juntando sus frentes y mirandolo a los ojos.

-Tu, yo, Hogsmade, este fin de semana, ¿Que dices? -Propuso con una sonrisa James.

-Me parece perfecto, Potter. -Le devolvió la sonrisa Kali. -Pero no pienses que la próxima vez que me robes mis lentes será así. -Rió a la par del chico.

Ambos habían encontrado lo que habían buscado por mucho tiempo, la tranquilidad en los labios del otro. Y el resto de los merodeadores encontró lo que había estado buscando por mucho tiempo, la unión de uno de ellos con el amor de si vida.

One-Shots (Harry Potter) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora