ᴋɪᴍᴇᴛꜱᴜ ɴᴏ ʏᴀɪʙᴀ ᔕⓞⓝⒺ ⓢⓗⓞⓣⓢᔕ TERMINADO.

Au moderno! Muichiro Tokito

Dejaste en el piso la caja que te encontrabas cargando y después fuiste con el azabache. Te inclinaste un poco para verlo a la cara mientras una sonrisa aparecía en tu rostro, retomaste tu compostura, tus ojos recorrieron el salón buscando que no hubiese nadie más y después volviste a ver a Muichiro.

—Estaba esperando para estar tiempo a solas contigo —le dijiste mientras lo mirabas.

—A un chico no deberías decirle ese tipo de cosas, ¿sabes? —preguntó volteando a verte mientras soltaba una risita. —¿Por qué no simplemente lo pedías?

—Porque desde el festival de la escuela, aunque nos vemos más... Yuichiro suele estar ahí, de verdad quería pasar tiempo a solas contigo.

Muichiro tomó tu mano y entrelazó sus dedos.

—Eres mi mejor amiga, _______.

Mejor amiga, ese es el problema. Las acciones de los dos no son normalmente de amigos, agarrarse la mano, besos, cumplidos, coqueteos e incluso celos, vaya amigo son. Suspiraste eso hizo que el de ojos menta volteara a verte, su otra mano fue directo a tu cabello para revolverlo, tu cara sería cambió de inmediato a una de sorpresa y luego a una de molestia. Reíste. Sin embargo te costó responder la pregunta que Muichiro te hizo.

—¿Qué tienes?, ¿estás cansada?

Desviaste la mirada.
Tenías una sonrisa llena de puro dolor, abriste los brazos y abrazaste a Muichiro sin decir nada más. Es obvio lo que quieres, es tan obvio que duele.

—Te quiero —fue lo único que dijiste mientras lo apretabas un poco.

—Yo te amo —él rió.

"¿Cómo amigos?"... Aunque tus labios se movieron para decir eso, las palabras no salieron de tu boca. Te separaste de inmediato en cuanto escuchaste la puerta abrirse y la voz del gemelo de tu "amigo".

—¿Pueden separarse un momento y ayudar? —preguntó con molestia pero rió al instante al verte. —______-chan... ¿Podemos hablar?

Preguntó mientras te daba su mano para que la tomaras en cuanto lo ibas a hacer, Muichiro te jaló hacía él, tomándote de la mano para que empezaran a caminar. Yuichiro sabía perfectamente los sentimientos de los dos pero también tenía en cuenta que eran lo suficiente tontos como para no aceptarlo ni confesarlo. No eran bromas para molestar a su gemelo, eran bromas para intentar ayudarlos a que alguno de los dos dé el primer paso.

• • •

—¿Por qué hoy me llevas a mi casa? Bueno, lo haces casi siempre... —preguntaste desviando la mirada.

—¿Hay algún problema con ello? —pregunto mirándote.

—¡N-no!, Sólo —lo viste y de nuevo desviaste la mirada. —Soy débil a los chicos guapos...

Muichiro paró, tomó tu mano para que te detuvieras también y aprovechó la pared a un lado tuyo, te tomó de las manos para que entrelazaran sus dedos y acercó su cara a tu rostro, tu corazón se aceleró ante su acción, tragaste saliva sin quitar la mirada de sus (hermosos) ojos. Él tenía una sonrisita en la cara hasta que sus rostros quedaron apenas unos centímetros separados, Muichiro cerró los ojos y...

Muah.

Dejó un beso en tu mejilla.

—Yo tampoco puedo resistirme a las chicas lindas que dan insinuaciones cada 5 minutos y son mis amigas —rió.

—¡E-esa puede ser cualquiera! —respondiste tartamudeando. —Quiero ser especial...