ᴋɪᴍᴇᴛꜱᴜ ɴᴏ ʏᴀɪʙᴀ ᔕⓞⓝⒺ ⓢⓗⓞⓣⓢᔕ TERMINADO.

Au mediaval! Lemon! Giyu Tomioka

Hace mucho no hacía un lemon, verdad? — Continuación de la parte anterior.

Edit: Ay wey, 1000 palabritas dd agua de limón. ö

—Tú también me gustas, Giyu. Te amo, te amo mucho... —Le dijiste tomándolo de las mejillas, acercando tu cara.

—Un momento señorita —se apartó de ti.

Se levantó y fue a cerrar tu puerta, le puso seguro desde adentro. Era de noche así que quizás nadie se acerque a tu habitación pero aún así queda tu familia molesta/metiche que no sabe de privacidad. En el tiempo que a Tomioka le tomó hacer eso tu fuiste a tu cama, y empezaste a desamarrar los lazos de tu vestido, el azabache se acercó a ti, colocándose a tu derecha mientras se quitaba los zapatos.

—¿Te ayudo? —preguntó, asentiste con una sonrisa.

Giyu se sentó en la cama, estabas dándole la espalda y sus manos bajaban el vestido con suavidad, sentiste la yema de sus dedos acaricia do tu piel, notaste que no traía los guantes como normalmente solía hacerlo. Se inclinó un poco más, podías sentir la calidez de su cuerpo, tu espalda quedó pegada a su pecho mientras el quitaba tu cabello, haciéndolo hacia un lado para poder empezar a besarte el cuello. Eran pequeños y húmedos pero suaves besos, el calor de sus labios presionando contra tu piel hizo a tu corazón acelerarse.

—¿Estás segura de esto, _______? —el cariñoso susurro de Tomioka entró a tus oídos.

—Estoy tan segura de esto que... —pausaste porque sentiste escalofríos, el joven de orbes azules estaba acariciando tus hombros con cuidado. —Que mañana te daré una sorpresa.

Terminaste, Giyu convencido de tus palabras siguió dejando besos en tu cuello, bajó a tus hombros y terminó quitándote el vestido por completo. Te abrazó por la cintura mientras tomaba tus manos y las acariciaba, cuando te soltó te pidió que te dieras la vuelta para poder verte, con una sonrisa penosa obedeciste, él también se encontraba sonriendo... Tan tierno, tan lindo, sus sonrisas son de lo mejor en él. Te tomó del rostro, puso una de sus manos debajo de tu mentón y lo subió un poco (sin dejar de ser cuidadoso), sus labios se acercaron a los tuyos, se rozaron... Parecía que Giyu dudó pero terminó besándote.

Lo rodeaste con tus brazos, pegaste tu torso a su pecho debido al abrazo, sentías su ropa en tu piel y comenzaba a ser molesto pero no te importó mucho por estar tan hundida en el beso.

Por lo mientras tus manos se movieron, separándote un poco de su cuerpo no dejaron de besarse. Empezaste a desabotonar los molestos botones de su uniforme dejandolo en aquella camisa blanca que tampoco dudaste en quitarle después de todo esto se separon, terminaron viéndose a los ojos. Giyu tenía un peculiar brillo en ellos, las pupilas dilatadas e incluso le notabas una mirada mucho más feliz a la habitual, todo esto gracias a lo que se encuentran haciendo ahora.