Au moderno! Sanemi Shinazugawa

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Sanemi es de esos con quien quiero durar un chingo o(╥﹏╥)o Misma temática del anterior.

Sanemi estaba buscando en las estanterías un buen libro para leer, se encontraba aburrido y su trabajo se encontraba hecho; sólo esperaba a que terminara la hora para ir a dar clases a otra aula. Sin embargo pasó por un lugar donde escuchó algunas cosas raras, frunció el ceño. Se encontraba en la parte más oculta de la librería y puede que algunas personas decidieran hacer cosas inapropiadas, ese fue su primer pensamiento pero lo olvidó en cuanto escuchó que se trataba más de un llanto.
Caminó un poco más y por la última librería fue donde se encontró con el origen del sonido.

Estabas sentada en el piso, recargada en la pared mientras abrazabas tus piernas y escondías tu rostro. Era más que obvio que te encontrabas llorando pero la pregunta fue; ¿por qué?

Sanemi no supo que hacer, podría preguntar pero... ¿Cómo no herirte más? No pensó que un simple intercambio podría ser tan malo. Sólo esperaba a que pasaran otros cuatro meses para poder volver al colegio donde solía dar clases siempre. Recordó las palabras que Kanae alguna vez le dijo; "cuando alguien se sienta mal, pregúntale cómo está. Aunque no te interese, mientras esa persona pueda desahogarse, lo demás será más fácil". Muy útiles para esta situación. Al parecer no le habías puesto atención a su presencia, estabas concentrada llorando hundida en tu sufrimiento, Sanemi por su lado se encontraba pensando que hacer; hasta un problema matemático sería mucho más fácil que esta situación.

—¿Qué te sucede? —fue lo único que preguntó.

Volteaste a verlo.
Fue entonces que él se dio cuenta de lo mal que te encontrabas. Tus ojos rojos y casi hinchados delataron el tiempo que te encontrabas llorando.

—Ellos nunca se detienen —murmuraste. —Por más que les pido que paren, no me hacen caso...

—¿A qué te refieres? —frunció el ceño. —¿De quiénes hablas?

—Realmente debo molestarlo, profesor... —cerraste los ojos y suspiraste.

Aún corrían lágrimas por tus mejillas sin embargo no sabías que tan correcto sería hablarlo con un profesor. Con otro.
El de orbes amatista no pudo quedar más confundido, ¿por qué diablos lo molestarías si él te preguntó? En dado caso sería su culpa pero ahora eso es lo de menos.

—¿A quiénes mierdas te refieres? —preguntó.

Desviaste la mirada mientras secabas tus lágrimas.

—Intenté ser lo más silenciosa posible, perdón Shinazugawa... —Él te tomó de los hombros, agarró tu rostro he hizo que le vieras a la cara.

—Cuentame que te sucede.

Esa mirada. Precisamente esa mirada fue la que abrió tu corazón, la que lo salvó de romperse en pedacitos. La primera mirada gentil que habías visto desde hace tiempo, incluso en tus padres era difícil de encontrar. El rostro de Sanemi era serio, tenía el ceño fruncido y de alguna forma parecía enojado, sin embargo... Su mirada era diferente. Tus ojos se abrieron como platos, tragaste saliva y desviaste la mirada. Su agarre tampoco ayudaba tanto, tu cerebro comenzó a procesar un montón de cosas a la vez que te era imposible formular palabras con sentido.

ᴋɪᴍᴇᴛꜱᴜ ɴᴏ ʏᴀɪʙᴀ ᔕⓞⓝⒺ ⓢⓗⓞⓣⓢᔕ TERMINADO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora