Me encontraba lavando la loza mientras Saint, bebía un jugo a mi espalda -Por cierto, el otro día me encontré con Piufai, dijo con suavidad -Me preguntó por ti y me dijo si todavía tenías el mismo número.
-Me habló hace una semana, dije girando y sentándome frente a el -No le contesté, no sé porque insiste.
-Siempre fue media loca ¿no?, dijo burlándose de mi -Por cierto, ¿has tenido algún avance con Mew?
-Sólo nos hemos masturbado juntos, dije bajito, como si alguien pudiera escucharnos, lo cual era estúpido por que estábamos solos -Pero tengo miedo Saint, veo en los ojos de Mew, que eso no es suficiente.
Dije soltando lo que me venía carcomiendo los últimos días, llevábamos casi dos meses viviendo juntos y las sesiones de masturbación mutua eran algo común entre nosotros, pero cada vez que lo hacíamos, podía ver como el deseo inundaba el cuerpo de mi novio, el cual obviamente no se saciaba con el tacto de su mano, era innegable el esfuerzo que hacía por no tocarme.
-Gulf has avanzado demasiado, dijo el tomando mis manos -Mew te ama, a simple vista se puede ver que es muy feliz a tu lado.
-Quiero entregarle todo Saint, dije afirmando mi frente en el frío mármol de la isla de la cocina -Pero estoy aterrado, no quiero recordar a ese hombre, no cuando sea Mew quien me toque.
Los suaves dedos de mi amigo acariciaron mi cabello - ¿Sientes ganas de tocar a Mew?
-Claro Saint, un sólo gemido de él, calienta mi cuerpo, dije avergonzado -Pero no quiero iniciar algo, que no podré terminar, prefiero que al menos alcance el orgasmo frente a mí, a que se vaya frustrado cuando no pueda acostarme con él.
-¿Pero te das cuenta, que confías plenamente en él?, dijo haciendo que lo mirara sin entender -Acabas de afirmar, que el se detendría si tu no quisieras continuar.
De pronto caí en cuenta de lo que inconscientemente había dicho, sin contestar asentí, sabiendo que el jamás me lastimaría.
-Tengo una idea, dijo llevándome a su cuarto, con una sonrisa sacó una caja de su armario y la puso en la cama -El problema que tu tienes, es cuando sientes que no tienes el control de lo que sucede ¿verdad?
Sin entender a donde iba con esto asentí, con asombro vi lo que había en la caja, una serie de condones, lubricantes, y juguetes sexuales, cayeron sobre la cama, mi amigo dio vuelta la caja y sonrió cuando encontró lo que buscaba, tomó unas esposas de cuero y me las pasó.
-Amárralo a la cama y asegúrate de que sólo harás, lo que tu quieras hacer, dijo con una sonrisa mientras veía mi cara -Tu manejaras el encuentro, piénsalo.
-No sé, si tengo el valor, dije sintiéndome avergonzado, apretando las esposas en mis manos.
-Por favor Gulf, dijo el golpeando mi brazo -Te has masturbado frente a él y ahora andas de tímido.
-Tienes razón, dije tomando un bote de lubricante.
- ¿Quieres que te diga, como prepararte?, dijo haciéndome sonrojar con fuerza -Es muy importante hacerlo bien, si quieres sentir placer.
-No sé si pueda llegar a tanto, dije suspirando.
-Sólo por si lo necesitas, dijo dándome un bote de lubricante nuevo, después de 20 minutos de risas y una conversación muy vergonzosa, fui a mi cuarto con las esposas, el lubricante y varios condones que Saint me había regalado, sin lugar a dudas tener a mi amigo al lado era muy conveniente, con rapidez metí las cosas en una caja y las guardé en el fondo de mi cajonera, aún no sabía cuando lo haría, pero estaba seguro de que al menos lo intentaría, Mew me hacia enormemente feliz, y yo sólo quería retribuirle, un poco de lo que me daba.
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El amor todo lo cura
RomanceGulf es un estudiante de ciencias del deporte que debido a un traumatico evento de su niñez, no permite que ningún hombre se le acerque, pero todo cambiara cuando conozca al único chico que logro revolucionar sus dormidas hormonas, ¿se arriesgara a...