El amor todo lo cura

Una hermosa sorpresa

Lo primero que hice, al llegar al hotel donde nos estábamos quedando con Zee, fue buscar la canción que Gulf le había cantado a su padre y sin evitarlo solté unas lagrimas de emoción, me encantaba que el moreno creyera que yo era el indicado y que lo merecía.

No puedo negar que la actitud de mi suegro me había asustado de sobremanera, era obvio que no le agradaba la idea de que fuera pareja de su hijo, por suerte amaba tanto a Gulf, que por su felicidad dio su brazo a torcer.

-Por tu rostro, veo que te fue bien, dijo Zee sentándose a mi lado -Llegaste temprano, pensé que estarías más tiempo con Gulf.

-Quiso ir a acompañar a Saint, por lo de los nervios y todo eso, dije suspirando - ¿Cómo estas pasando, tus últimas horas de soltero?

-Ansioso pero muy feliz, dijo con una sonrisa -Ya quiero que sea mañana y poder atar a Saint a mí de por vida.

-Estoy emocionado, nunca pensé que estaríamos viviendo esto, dije mirando una pequeña caja que estaba en mi velador -Si me hubiesen dicho esto hace 1 año y medio atrás, me habría dado un ataque de risa.

- ¿Tu estas seguro, de lo de mañana?, dijo Zee tocando mi hombro.

-Desde que lo besé por primera vez, dije suspirando -Bueno amigo, ¿te parece que nos bebamos, los últimos tragos para despedir tu soltería?

-Estaba esperando que lo propusieras, dijo poniéndose de pie y reproduciendo en el equipo, su play list favorita, después de colocar unas cosas para picar, nos pusimos a beber, rememorando viejos recuerdos y vivencias.

Desperté con el sonido de mi teléfono, el cuello me dolía horrores, lo cual era lógico si pensaba en la posición en la que me había dormido, con rapidez contesté, sintiendo mi cabeza pesada y dolorida.

-Hola, dije tragando saliva, con mi pierna moví a Zee para que despertara, sin ningún éxito.

-Hola amor, ¿estas bien?, dijo la preocupada voz de mi moreno - ¿Te resfriaste?, suenas ronco.

-No bebé, dije parándome por un vaso de agua -Es sólo que con Zee nos quedamos hasta tarde y tengo la garganta un poco irritada.

-Mew Suppasit, ¿supongo que no se emborracharon horas antes de la boda?, dijo en un tono de enojo, que hizo erizar los vellos de mi nuca.

-Claro que no amor, dije mordiendo mi labio, mientras miraba las botellas vacías sobre la mesa - ¿Cómo puedes pensar, que somos tan irresponsables?.

-Bebe té con miel, eso será bueno para la irritación, dijo aún serio al otro lado de la línea -Dale a Zee algo para el dolor de cabeza, el novio no puede andar con resaca en su propia boda.

-Que no nos emborrachamos amor, dije sabiendo que me habían pillado con las manos en la masa - ¿Por cierto, necesitas algo?

-No, solo quería escucha tu sexy y varonil voz, dijo en un suspiro, que me hizo temblar -No nos veremos hasta la recepción, ya que tendremos demasiadas cosas que hacer.

-No sabes como te extraño, dije afirmando mi cadera en el mesón de la cocina -En especial sentir tu aroma antes de dormir.

-Yo también te extraño, dijo este con una voz dulce -Debo dejarte amor, Saint me necesita.

-Te amo Gulf, dije queriendo abrazar su cuerpo.

-También yo, dijo con una voz divertida, para después cortar.