Feliz Cumpleaños

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Nos fuimos a acostar cerca de la 1:00 de la mañana, se suponía que los chicos llegarían temprano, pero claramente no sería así, cuando llevaba 20 minutos durmiendo, sentí un fuerte golpe en la cocina, con rapidez me puse de pie, para ver una de las escenas más divertidas de mi vida, en medio del salón estaban Saint y Gulf, enredados uno con otro, claramente estaban tan borrachos que no podían ponerse de pie, así que eran un manojo de brazos, piernas largas y risas incontrolables.

Con una sonrisa, vi a Zee mirar a la pareja, cuando empezaron a hablar de que tenían tres piernas, o que no sabían cual extremidad era de cada uno, entendí que estaban más borrachos de lo que pensaba, de hecho era un milagro que hubiesen llegado vivos a la casa.

Y si bien tenía razones de sobra para estar molesto, por lo irresponsable de la situación, las risas contagiosas y conversación incoherente de ambos amigos, me tenía muy divertido, más aún por que llevaba dos días sin escuchar la cantarina risa de mi moreno.

Después del tercer intento de Gulf de ponerse de pie, me acerqué a su lado y desenredando sus piernas de las de Saint lo levanté, al principio tenía miedo de que rechazara mi contacto, pero respiré aliviado cuando me devolvió una linda sonrisa, me puse tenso cuando Saint le ofreció a Gulf dormir con el y Zee, por suerte mi moreno declinó la oferta, después de decir que prefería vomitarme a mí que a ellos.

Con mi preciosa carga me dirigí al cuarto, grande fue mi sorpresa cuando, el empezó a coquetear conmigo, fue bastante clarificador escucharlo, me llenó de felicidad y amor, saber que me quería y que deseaba, de hecho me había enseñado la diferencia entre hacer el amor y follar, lo cual me hizo reír bastante, al pensar que yo también quería hacer ambas cosas con el, cuando se quedó dormido, fui al baño y mojé una toalla con agua tibia, con suavidad empecé a quitar el sudor de su morena piel, para que así durmiera más cómodo.

-Si siempre eres así de encantador cuando bebes, dije limpiando su cuello -No dejaré que lo hagas con nadie más, ya que, no sólo tu eres posesivo y celoso, el simple hecho de pensar en otra persona tocando tu cuerpo, me vuelve loco.

Cuando terminé, me acosté tras su cuerpo y lo abracé, a los segundos me quedé dormido, sin embargo el sonido de alguien vomitando el alma, me despertó, cuando vi que el moreno no estaba a mi lado corrí al baño, con suavidad lo sostuve, para que no se golpeara contra los artefactos fríos del baño, debido al movimiento propio del vomito.

Cuando terminó, lo coloqué de pie y dejé que se cepillara los dientes, sólo al verificar que el mareo se había ido y se podía mantener de pie, fui a buscar analgésicos y agua tibia, después de eso volvimos a la cama y nos quedamos dormidos abrazados.

Desperté cuando mi celular sonó, sin ver quien llamaba conteste -Aló, dije adormilado.

-Hola hijo ¿Cómo estás?, dijo la cantarina voz de mi madre - ¿Te desperté?

-Hola mamá, dije sentándome en la cama -No te preocupes, ¿Qué pasó, estas bien?

-Si mi vida, es sólo para recordarte que el viernes te haremos una cena de cumpleaños, dijo moviendo unas cosas, de seguro estaba en la cocina -Dile a Zee que venga también.

-Mamá, ¿puedo llevar a mi novio?, dije viendo al menor dormir plácidamente a mi lado, con una mano en su vientre.

-Por supuesto hijo, dijo ella con rapidez -Es tu cumpleaños, puedes traer a quien desees.

-Bueno mamá, nos vemos, dije colgando el teléfono, con suavidad besé la frente de Gulf y me dispuse a prepararle algo para comer, grande fue mi sorpresa cuando vi a Zee en la cocina, sirviendo dos cuencos de Congee.

El amor todo lo curaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora