-No sabes como necesitaba esto, dije disfrutando de las caricias que Saint dejaba en mi cabello, yo estaba acostado en la cama, con mi cabeza en sus piernas, había llorado, y despotricado, mientras le contaba a mi amigo todo.
-Debiste llamarme, vivimos a 2 minutos, dijo riendo - ¿Cómo te sientes ahora?
-Mejor, dije suspirando -Sé que Mew sélo piensa en el bienestar de nuestro hijo y lo amo por eso, pero cuando decidió irse con ella e ignorar mi pedido, me sentí abandonado Saint.
-Esa mujer es una víbora, si no llevara a mi sobrino en su vientre, ya le hubiera quitado el pelo a tirones, dijo acariciando mis mejillas -No le des el gusto de que te vea enojado o peleado con Mew, él es tu marido.
-Quiero cerrar los ojos y tener a mi bebé en brazos, dije mirando a mi amigo -Y olvidarme de lo que ella me provoca, nunca me había sentido tan celoso, ni por Lhong o Art y en el fondo sé que el hecho de que ella lleve en su vientre a nuestro hijo, la coloca en una posición distinta, sabes cuánto Mew quería ser padre y ella le esta entregando esa posibilidad, ¿Por qué tuve que ser hombre?
Finalmente había soltado lo que me corroía el alma, esa era la astilla que lastimaba mi corazón y que se había profundizado al ver el interés que tenía Lina por Mew.
-Si fueras mujer, podrías embarazarte, pero no de Mew, dijo pellizcando mi nariz -A tu marido no le gustan las mujeres.
-Lo sé Saint, dije haciendo un puchero -Pero Lina es guapa, simpática y tiene a nuestro bebé en su vientre, es malditamente perfecta, más aún ahora que esta desamparada, sabes que Mew, ama ayudar a todos los damnificados del mundo.
-Es demasiado bueno, al punto de ser idiota, dijo riendo con complicidad -Zee me dijo que es así desde niño.
-Es malditamente perfecto, dije sintiéndome renovado -No sé por que hablar contigo es tan tranquilizador.
-Soy maravilloso, lo sé, dijo besando mi frente - ¿Qué harás ahora Gulfie?, ni tu ni Mew están bien, es cosa de verles el rostro para darse cuenta.
-Lo sé, creo que lo solucionaremos, dije sentándome y estirando mis brazos -Tuve una pequeña venganza, hoy en la mañana mientras trabajaba con Fiat, dije mientras que con una sonrisa le conté todo, en especial lo celoso que estaba Mew, al verme trabajar, pude sentir su penetrante y molesta mirada, en cada uno de los ejercicios que hice, su mandíbula apretada y entrecejo fruncido, fue un pequeño gusto que me di, después de todo lo vivido.
- ¿Por cierto como esta Kai?, dije preocupado por mi ahijado.
-Por suerte la fiebre bajó, pero sigue muy congestionado, dijo suspirando -De hecho, iré a verlo, Zee no durmió nada anoche por su trabajo, así que no me sorprendería que se haya quedado dormido y Kai este comiéndose todas las gomitas de la alacena.
-Lo iré a ver en la noche, dije abrazándolo -Gracias Saint, eres aire para mí, no sé qué haría sin ti.
-Lo mismo que yo sin ti, morir lenta y dolorosamente, dijo de forma dramática mientras besaba mis mejillas -Ahora muéstrale a esa zorra quien manda, no dejes que te vea flaquear Gulf, esta es tu casa y él es tu marido.
-Eres un caso Saint, dije caminando con él para dejarlo en la salida, cuando llegamos al living, Mew seguía sentado, aunque esta vez estaba solo, su mirada estaba perdida, pero su semblante se veía un poco más tranquilo, despidiendo a mi amigo fui a la cocina y saqué mis gomitas, con el pote llegué a la mesa y me senté sobre las piernas de mi marido, su cara de sorpresa fue épica, con lentitud tomé una golosina y me acerqué a sus labios, este con lentitud la sacó y de paso, lamió mis labios.
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El amor todo lo cura
RomantizmGulf es un estudiante de ciencias del deporte que debido a un traumatico evento de su niñez, no permite que ningún hombre se le acerque, pero todo cambiara cuando conozca al único chico que logro revolucionar sus dormidas hormonas, ¿se arriesgara a...