Un paso a la vez

6.5K 496 73
                                    

Una serie de besos en mi pecho desnudo me hicieron gemir, esos labios carnosos y suaves se movían como expertos contra mi piel, cuando llegó a mi bajo vientre gemí y me removí, buscando que esa boca llegara más abajo, un leve movimiento a mi lado me hizo abrir los ojos con susto, maldita sea estaba soñando.

Cuando el trasero de Gulf, se pegó más a mi entrepierna, cerré los ojos y mordí mis labios, el suave movimiento de mi dormido acompañante, envió una corriente de placer y necesidad por todo mi cuerpo, con suavidad lo pegué más a mí, disfrutando de su suavidad y aroma.

Inconscientemente mis caderas se movieron, simulando embestidas, buscando repetir la sensación antes vivida, pero cuando Gulf se removió inquieto me detuve, con rapidez me alejé de el y suspiré, necesitaba un alivio y estar al lado del objeto de mi deseo, no era buena idea, así que con lentitud me metí al baño, después de cerrar la puerta me senté en la tina y cerré los ojos, hace mucho tiempo que no veía la necesidad de masturbarme, pero en este momento era la única solución viable a mi problema, hubiera sido tan fácil, sacar la tela que cubría el cuerpo del menor y haberme enterrado profundamente en él, pero jamás haría nada que pudiera lastimar o asustar a mi niño.

El orgasmo no tardo en llegar, cuando imaginé que era la mano del moreno quien me acariciaba y no la propia, con rapidez me asee y volví a la cama, como aún estaba sensible, decidí dar la espalda a Gulf, ya que, no quería arriesgarme a despertar nuevamente empalmado, con el trasero del menor, encima de mi erección, justo antes de dormirme, sentí los brazos del menor abrazarme, colocando su cara en mi espalda, de seguro se había movido buscando mi calor, con suavidad dirigí mis manos a las de mi acompañante y me quedé profundamente dormido.

Un suave olor a café recién hecho, me despertó, con pereza estiré los brazos y abrí los ojos, con placer vi a un recién bañado Gulf mirándome, su sonrisa tierna me hizo muy feliz, y con suavidad acaricié su desnuda pierna.

-Traje café, dijo dándome una taza, la cual recibí mientras me sentaba y afirmaba en el respaldo de la cama - ¿Cómo amaneciste?

-Muy bien, dije bebiendo el caliente liquido -Tus manos son fabulosas, podría acostumbrarme a ellas acariciando mi piel.

-Cuando quieras, puedo hacer un masaje para ti, dijo cruzándose de piernas -Saint y Zee aún no despiertan, así que decidí hacer café para nosotros, no quise hacer mucho ruido.

- ¿Siempre despiertas temprano?, dije acercando el cuerpo del menor al mío, últimamente tocarlo era una necesidad para mí.

-Entreno generalmente temprano, dijo mientras pensaba -Es casi una costumbre, a veces despierto temprano y luego me vuelvo a dormir.

-Gulf ¿puedo preguntarte algo?, dije dejando la taza en la mesa de noche, sin dejar de mirarlo.

Un suspiro de su parte me hizo entender, que sabía lo que preguntaría, desde el día del incidente con Saint, no habíamos hablado de su pasado y ya era momento de hacerlo.

-Sé lo que quieres preguntar, dijo bebiendo los últimos rastros de su bebida - ¿Qué de todo, quieres que te cuente?

-Lo que te sientas preparado para contar, dije tomando y acurrucándolo entre mis piernas, pegué su espalda a mi pecho y acaricié su vientre -Iremos de a poco.

-Cuando tenía 11 años, mi padre contrato para el resort un techador nuevo, el trabajo duró aproximadamente 6 meses, por ende, durante ese tiempo el se quedaba con nosotros, dijo tomando aire -No fue difícil para el ganarse mi confianza, yo amaba el futbol y el jugaba conmigo cuando estaba libre, por eso cuando un día me dijo que me llevaría a un campo nuevo que había encontrado, para que jugáramos, lo seguí sin dudarlo.

El amor todo lo curaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora