𝘣𝘰𝘥𝘢 𝘥𝘦 𝘭𝘢𝘯𝘢 𝘺 𝘭𝘶𝘻𝘶

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La boda de Lana y Luzu estaba comenzando. Todo ese mundo entre Harry Potter y Star Wars encantaba a cualquiera y todos esperaban que la fiesta comenzara pronto.

Julia no tenía mucha idea de dónde ubicarse. Claramente los casados la pondrían junto a los demás youtubers, pero compartir mesa con Samuel, su nueva novia, Rubén e Irina no era un lugar perfecto.

—Podría simplemente escaparme —comentó mientras tomaba una copa de champagne. Alex rió.

—Te agarras una de esas escobas de la decoración y sales volando.

—Creeme que si pudiera lo haría, esto es horrible.

Y no hablaba del casamiento, hablaba de lo incómodo que se sentía caminar por alrededor de Rubén y con la mirada penetrante de Irina sobre ella a cada rato.

La tarde se la pasó dando vueltas por el gran jardín, hablando con Alex, con Willy, con algunos familiares de Luzu, etcétera. Dentro de todo la pasaba bien y le dedicaba una que otra mirada a Rubén, de manera disimulada claro. Jamás pudo verlo observándola y eso, en cierto punto, le molestaba.

La noche caía y con ella bajaba la temperatura. Julia creía que estaba lo suficientemente ebria como para ya irse a dormir, pero la fiesta no parecía estar cerca de terminar y ella no iba a ser la aburrida del casamiento.

Siguió tomando cada trago de alcohol que los meseros le daban y la pista de baile comenzaba a darle vueltas. Necesitaba aire fresco.

Salió casi tambaleándose del lugar, pero antes se sacó sus tacos para no caerse y matarse en el intento de llegar afuera.

Tenía ganas de llorar y gritar. Odiaba el amor. ¿Por qué la gente se casaba? Si quisieras demostrar tu amor lo haces de otra manera. ¿De qué podía hablar ella? Una fracasada que estuvo siempre enamorada de su mejor amigo y no se dió cuenta hasta que lo tuvo lejos.

Empezó a caminar por el jardín hasta que encontró una casetilla. Estaba por entrar hasta que vio a un muchacho de espaldas fumando.

—¿Te quedan? —preguntó arrastrando un poco las palabras. El muchacho se dió la vuelta sorprendido—. Joder...

Julia se dió la vuelta al ver a Rubén. Por más que lo extrañara en el último lugar donde quería verlo era allí y menos en ese estado en el que se encontraba.

Comenzó a caminar otra vez para la fiesta mientras sentía cómo su piel se erizaba por la ventisca y sus pies tocaban el pasto húmedo por el rocío.

—¿Te encuentras bien? —le gritó Rubén. Julia elevó su dedo pulgar.

—Nada de qué preocuparse.

Pero segundos después vomitó todo lo que había tomado.

Sintió unas manos alrededor de su cabello y lo único en lo que estaba pensando era en lo que extrañaba su cama. Quería dormir.

Estuvo unos minutos lanzando puro líquido de su boca y no se enteró cómo terminó adentro de la casetilla con Rubén intentando despertarla.

—No te duermas, tía, venga. Necesito que te mejores un poco.

Por más que Rubius fuera más alto que ella era imposible llevar un peso muerto hasta el otro lado del jardín él solo.

—Quiero dormir.

—Vale, duermes luego.

Julia se balanceaba para adelante y para atrás mientras estaba sentada en un banco con Rubius en cuclillas frente a ella.

Las manos de la morena tomaron el rostro del español, pero Rubén rápidamente las apartó.

—Julia, espabila, por favor.

El muchacho no podía negar que él también tenía alcohol en sangre, pero no en la cantidad de su amiga.

—Perdón, perdón por ser una imbécil.

Las delicadas manos de Julia fueron hasta su rostro para ocultar sus lágrimas. Se sentía ridícula y completamente avergonzada.

—No eres una imbécil, pero necesito que te tranquilices.

—Hago todo mal siempre. Ni siquiera puedo comportarme como una adulta que bebo como si tuviera diecisiete otra vez.

Rubén quitó las manos de Julia de su rostro levemente para observarla mejor en esa casetilla que la única luz que entraba era de la luna.

—¿Y sabés qué? Mejor que te alejaste de mi, soy un desastre. ¿Quién quisiera ser amiga de alguien que lo único que hace es llorar todo el tiempo cuando las cosas le salen mal? Nadie...

—No me alejé por eso —susurró el castaño.

—No, tenés razón. Te alejaste porque soy una mierda de persona que creo que todos están a mi disposición siempre...

Julia seguía lanzando palabras tras palabras mientras en lo único que pensaba Rubén era en lo extraño que se sentía al tenerla frente a él luego de tanto tiempo.

—No me alejé por eso tampoco, Julia. Basta.

—Decime por qué te alejaste entonces —susurró volviendo a tomarlo de las mejillas.

—Porque era lo mejor.

—¿Lo mejor para quién? Para ti supongo, porque para mí ha sido la peor decisión que tomaste en tu vida y eso que has hecho cosas muy malas.

Rubén cerró los ojos ante el tacto de ella. Tenía razón. Fue la peor decisión de su vida, pero las cosas no podían ser de otra forma ¿o sí? No, todo ya estaba decidido.

—Cuando dije que te amaba te lo dije en serio —murmuró Julia como si alguien más pudiera escucharlos. Se fue deslizando hasta tocar el suelo y quedar a su altura—. Rubén...

El muchacho volvió a quitar las manos de ella provocando que el corazón de Julia se achicara.

—Y también me dijiste en serio de que soy una basura porque tengo novia y te besé.

—Eso ya no importa —dijo rápidamente.

—No estás diciendo las cosas de verdad, para.

—Los borrachos dicen la verdad y yo lo hago cuando te digo que te extraño. —Rubén apretaba con fuerza las manos frías de Julia para darle calor y, en parte, para no separarse de ella tan rápido—. Esto es estúpido, Rubén. Dime qué no me amas y te juro que te dejo en paz, necesito escucharlo.

Esas palabras no iban a salir de la boca de Rubén y tampoco de la de Julia que volvió a vomitar cortando aquel momento tan tenso.

Minutos después Rubén intentó hacer una fuerza sobrehumana para llevar a Julia al otro lado del jardín.

—¿Dónde andabas? —le preguntó Irina al verlo.

—Fui a fumar —respondió viendo cómo a a la lejanía Julia se subía al coche de Willy para por fin irse a casa.

jeje holis

esta semana estuve hasta arriba de pruebas :( pero creo que me fueron bien, las notas que estoy teniendo por ahora es aprobado así que estoy feliz.

ustedes... cómo andan???

𝙨𝙤𝙛𝙩 𝙧𝙪𝙗𝙞𝙪𝙨 • 𝙧𝙪𝙗𝙚𝙣 𝙙𝙤𝙗𝙡𝙖𝙨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora