𝘤𝘢𝘱𝘢𝘻

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—No sé qué les causa tanta gracia.

—Que te follaste a Vegetta, pensé que había quedado claro.

Frank y Alex se encontraban en el departamento de Julia en Madrid porque habían planeado ir al parque a grabar unos videos y ella debía ayudar.

—Bien, parece que se la pasan genial a costa de mis intimidades —dijo molesta desde el otro lado del sofá. Frank que se encontraba de pie corrió hacia ella y se abalanzó encima.

—No te enfades.

El moreno puso su cabeza en las piernas de Julia y se estiró en el sofá colocando sus pies encima de Alex que se hallaba en la otra punta.

—Venga, acomódate, tío —dijo el menor riendo. Frank lo miró atentamente.

—¿Cómo habrá sido, Alex? Te imaginas a Vegetta diciéndole a Julia...

—¡No!

Julia se levantó molesta del sofá casi desnucando a su amigo y se colocó frente a ambos.

—Por muy bien que me lleve con ustedes no soy un hombre más y no quiero escuchar ni una palabra sobre lo que pasó. Si se los conté fue porque confío en ustedes, ahora cierren la boca y dejen este tema de una vez.

—Lo siento.

—Perdona.

Y cuando la muchacha iba a abrir la boca otra vez, el timbre sonó.

—Salvados por la campana —dijo entre dientes la latina y corrió hasta la puerta—. Te tardaste.

—Joder, ya la pusieron de mal humor —dijo Rubius sorprendido mientras le daba un beso en la frente a su amiga y entraba al departamento saludando a sus amigos.

—Yo podría decir que necesita Julia para que se le pase...

Julia, que tenía en un rodete su cabello negro, miró de la peor manera a Frank quien se había levantado del sofá para saludar.

Iba a ser una tarde complicada.


A eso de las ocho y media de la tarde Julia se lanzó sobre el sofá después de poner el Mario Kart para jugar con Rubius.

—Que tarde complicada que tuviste ¿no? —preguntó el muchacho al aparecer con dos cervezas y una picada de jamón, queso y demás snacks.

—Frank ha sabido cómo desquiciarme.

—Ya, no ha parado de tirar indirectas, ¿Qué me esconden? —preguntó divertido  Rubén mientras se sentaban al lado de su amiga y tomaba un sorbo de la cerveza.

—Nada —respondió rápidamente Julia un poco nerviosa—. Ya sabes cómo es Frank, le encanta molestar.

El castaño asintió con la cabeza no del todo convencido y decidió ponerse a jugar con su amiga y hablar de cosas sin sentido para sacarse de la mente ideas estúpidas.

Todo parecía tranquilo, pero cuando Julia se fue al baño y su teléfono recibió un mensaje él no pudo evitar revisarlo.

Vegetta: Holaa, ¿Cómo estás? Iba a preguntarte si mañana te apetece grabar algo

Vegetta: Te extraño, ¿sabes?

Rubén miró al pasillo y parecía que ella aún no saldría del cuarto, pero no podía entrar a los mensajes porque Julia se daría cuenta.

Volvió a dejar el teléfono en el lugar donde estaba y se acomodó en su asiento un poco incómodo. ¿Qué quería Vegetta? Rubén sabía que ellos se hablaban, pero no tanto como para que él le pusiera que la extrañaba, que ridículo.

Le molestaba, le irritaba de sobremanera que se hablara tanto con Samuel. Él estaba al tanto de los comentarios de los suscriptores, algo había en el medio, ya esto no era un juego.

Su mente empezó a girar y a pensar en mil cosas a la vez. No estaba entendiendo porque le molestaba tanto.

Julia salió del baño y volvió a acomodarse a su lado.

—¿Vemos una peli?

Él no respondió y no por querer ignorarla sino que estaba tan sumido en sus pensamientos que no estaba prestando atención total a las palabras de su amiga.

—¿Rubén? —preguntó extrañada mientras lo tomaba del hombro.

—Lo siento, estaba pensando en cosas.

—¿En qué?

Rubén miró a Julia y por más que intentara lanzar unas palabras no podía. Su rodete despeinado, esa remera vieja de él que usaba como vestido para dormir y su mirada cansada por estar horas frente a la televisión le estaban produciendo en el interior una mezcla de sentimientos.

Capaz aún seguía enamorado.

—En tonterías —respondió rápidamente y sacó su teléfono del bolsillo—. ¿Te parece si subo esta foto?

—¿Eso fue en Argentina? —preguntó con una sonrisa Julia al verla. Rubén asintió—. ¡Sí, subila!

elrubiuswtf: ese día nos sentíamos un poco tumblr

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elrubiuswtf: ese día nos sentíamos un poco tumblr

—Estoy planeando viajar a Los Ángeles, visitar a Luzu y a Lana...

El mayor tragó saliva y apretó la mandíbula molesto.

—Estaría bien —murmuró volviéndose a meter en su mundo de pensamientos.

𝙨𝙤𝙛𝙩 𝙧𝙪𝙗𝙞𝙪𝙨 • 𝙧𝙪𝙗𝙚𝙣 𝙙𝙤𝙗𝙡𝙖𝙨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora