Capítulo 16

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Capítulo 16: habla de la complejidad de una situación extraña.

JungKook me miró con una sonrisa, de pie junto al portal de su casa. Como siempre, llevaba sus lentes sin aumento, zapatos negros, pantalones oscuros bien planchados, y una playera lo suficientemente presentable. Su cabello azabache parecía estar más arreglado, y llevaba en sus manos un pedazo de fruta que rápidamente agitó en el aire cuando me vio.

      No esperaba verlo ahí, así que me detuve a media banqueta y lo observé fijamente.

      — ¿Qué haces aún aquí, tú, idiota?

      Él frunció las cejas, y me miró confundido, alzando las manos con incomodidad.

      Mi suposición era que, aquel día el señor San estaría en nuestra escuela. Siendo la persona inteligente que soy, pensé que JungKook iría por él (que lo llevaría a la escuela a pie, o lo que fuese, y que claramente llegarían juntos y harían cosas de ese tipo). Sin embargo, JungKook se encontraba de pie ahí conmigo, esperándome solo un poco más temprano que cada mañana. Suspiré, dejando caer mis hombros, y cerré los ojos para después abrirlos.

      — ¿Cómo que qué hago aquí? —pregunta viéndome llegar a su lado—. ¿Ahora no me quieres a tu lado?

       — Oye, ¿quieres que te recuerde quién es el que hace eso en esta relación?

       — Ya te dije que no fue intencional. Hablaba en serio.

       JungKook no había hablado absolutamente nada de San desde que le expliqué cuánto me enojaba. Pero yo también comprendía que él tenía que sacar todas esas cosas (además, yo le pedía sinceridad y de repente se la arrebataba de esa manera), por lo que llegué a preguntarle algunas veces cosas sobre él.

     San, desde la perspectiva de JungKook, era alguien correcto, centrado, interesado más en sus amigos que en sí mismo; de sonrisa amable, pero con un carácter bastante fuerte en situaciones necesarias. Según él, no tenía muchos amigos, pero sí uno en especial (no me dio el nombre o algo así). San también era un tanto interesado en los demás, y se le facilitaba hablar de sus problemas con quien fuese lo suficientemente confiable.

       — Creí que ibas a ir con San a la escuela —le dije, acomodando mi mochila en mi muslo.

      JungKook me seguía justo al lado, con pasos un poco más lentos que los míos debido a nuestra pequeña diferencia de altura. Miré nuestros pies y me reí por su extraña manía de no pisar las líneas. Mala costumbre suya; podía vestirse como un universitario y seguiría siendo ese niño divertido y mimado, que jugaba con cualquier cosa que encontrara.

      — ¿Por qué razones debería ir con él a la escuela?

       — Es su primer día. Y te gusta, pasar más tiempo con San sería bueno. Supuse que irías con él, por eso salí más tarde hoy.

        — Habrá más tiempo por pasar con él, por lo pronto tú y yo iremos juntos a la escuela.

       Me cohibí en mi lugar ante su natural manera de responder cosas tan sinceras. Me agradaba que pensara en eso, yo no quería entrometerme como un mal compañero, o ser humano en su método de conquista y de hecho, pensaba en simplemente no decir absolutamente nada de eso.

     Quería ser un buen amigo, porque yo al menos hasta ese momento apreciaba más la amistad de JungKook, que mis sentimientos de atracción apenas distinguibles hacia él.

     Me detuve un momento antes de cruzar la calle, y JungKook lo hizo conmigo. Confundido, comencé a sobre-pensar cosas de manera inevitable: ¿y si él solo actuaba así por mis reclamos? ¿Estaba él siendo sincero con sus acciones, pensamientos? ¿Estaba siendo sincero con sus palabras?

Hated Friend » KOOKVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora