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Capítulo 34

Capítulo 34: todo lo que sabes, todo lo que eres.

Jeon JungKook. Mi mejor amigo. Un chico de actitud indescriptible, una persona llena de cambios, de cosas estables, de emociones. Alguien nuevo, y viejo al mismo tiempo, que te apoyaba e iría contigo a dónde lo desearas. Él siempre te apoyaría, sin importar qué. Alguien de quien, yo estaba, profundamente enamorado. Con todo y sus cambios.

     Pero los cambios no son cosa de un viaje, un mes, de una semana o de un día. Los cambios son cosa de segundos. Tu vida puede cambiar en menos de un chasquido.

     SeokJin colocó sus lentes sobre la mesa, llevando su mano hasta el puente de su nariz. YoonGi rodó los ojos, echándose hacia atrás, y NamJoon me miraba con ojos burlon es desde la puerta del lugar. Yo me alcé de hombros, abriendo los ojos e interrogándolos.

     — ¡Oh, vamos! ¡¿Qué querían que hiciera?! ¡Me besó y ni siquiera pudo decirme si le gustaba!

      — Oye, TaeHyuck, no es por ofenderte pero, ¿realmente tienes cerebro?

     Jin y NamJoon estuvieron de acuerdo en algo por primera vez, pues cuando les conté a medias lo que sucedió, simplemente no podían creerlo. A este punto del relato, podrán darse cuenta cómo trabaja mi cabeza. Siempre temeroso ante el más sencillo movimiento, quejándome de todos y actuando de igual manera.

      — A este punto solo tienes miedo de avanzar, ya no tienes más obstáculos... Y sigues complicando las cosas —admite NamJoon cruzando lo brazos.

     — ¡Chicos, vamos! ¡Él ha actuado así desde el inicio! Comienzas a estresarme, TaeHyul, ¡como si gustar de alguien fuese tan complicado!

     Claro... Para ellos podría ser fácil decirlo, era fácil decirle a otra persona esa clase de cosas. No era hasta que pasabas en el extraño problema. Luchas con tu mente y tu corazón al mismo tiempo, crees tener razón, luego no la tienes. Supones que haces lo correcto, tu cabeza te dice "dile esto", y tu corazón te detiene porque algo te avisa que no estará bien. Cada paso puede llevarte a la perdición, o a la cima, con el gane total. Gustar de alguien era aterrador. Y ni hablar de mi caso. Amar, era tan hermoso como doloroso, y me encantaba, pero me asustaba al mismo tiempo. 

     — Ustedes sí que hacen de algo pequeño un gran problema —escuchamos decir al rubio Jimin, quien se recargaba suave en el escritorio—. Solo entiendan a TaeHyung, no es fácil gustar de alguien.

     No me pregunten cómo, cuándo, dónde o por qué, pero en cuestión de pocos días Park Jimin consiguió adherirse al Centro de Ayuda para Problemas Personales. Su opinión era como una parte de mi cerebro que no quería salir a la luz, esa parte que rogaba "entiendan que soy complicado".

     — Entendemos eso —dice YoonGi, recargando la barbilla en su muleta—.  Es solo que llevamos meses con este problema. Sin bromear, empiezo a quedarme calvo.

     — NamJoon hyung es el consejero escolar, ¿qué dice de esto?

     — No mucho —dice Nam—. Hablar sobre los sentimientos es siempre la mejor opción.

      Ahí vamos de nuevo. Tenía ganas de decirle que eso era pan de todos los días, el mismo regaño de siempre. ¡Ya lo sabía! Era como una pequeña bola de nieve que crecía y crecía y crecía, solo porque yo lo deseaba así.

     — Sí —dice SeokJin alzando unos papeles—. Y claramente TaeHyung no es un fanático de eso.

      — Hay que admitir que ha mejorado mucho —YoonGi dice—... Bueno, un poco.

      Jimin nos alzó las cejas, y después de un segundo dijo algo al aire.

      — Le dije a HoSeok que viniera —Jimin nos sonríe.