Capítulo 38

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Capítulo 38: en palabras del propio JungKook, habla de "sus razones para cambiar".

Me miré en el espejo de mi habitación, acomodando sin mucha importancia mi cabello. Tiré de mi ropa intentando que se viera mejor, mis ojos estaban fijos en mí y el cómo lucía aquella mañana. Suspiré y cerré los ojos, sintiendo una ola de nervios venirse encima mío. Se me estaba haciendo costumbre ser sentimental casa mañana, todo por culpa de JungKook.

     — De nuevo, —digo en voz alta sin quitar la mirada del espejo— esto es lo que logro cada mañana.

     Un ruido en mi ventana me hace acercarme con enojo al borde de ésta. Al sacar la cabeza, encuentro a un pelinegro con lentes mirándome con desespero desde abajo. Me recargo en la madera, alzando las cejas y sin apresurarme ni un segundo.

     — Vamos a llegar tarde si no te apuras —me dice desde el jardín—. Ayer llegamos tarde por tu culpa.

     — No me digas, no fui yo quien se detuvo a comprar té en la esquina.

     JungKook me sonríe desde el pasto, y me alza la mano para que me apresure. Así que lo hago, bajando corriendo las escaleras y apenas saludando a mis padres.

     Sé que ustedes piensan "¿Desde cuándo tanta confianza?", sí, de hecho, era sorprendente cómo las cosas se daban mediante el paso de unos días. Yo aún tenía muchas dudas en la cabeza que retumbaban cuando menos lo creía, por ejemplo, si JungKook en algún momento me diría que correspondía a mis sentimientos. Me planteé varias veces la posibilidad de ser reservado con aquel tipo de cosas, no lo logré. Una parte de mi aceptaba que JungKook actuara al igual que un "enamorado", la otra parte de mí necesitaba que él dijera que yo le gustaba. Me hacía sentir ligeramente inseguro, aunque no dejé que eso me detuviera.

     — ¿Por qué tardaste tanto?

     Él me vio salir, y de inmediato, al ponerme de pie a su lado, pasó la mano como de costumbre por mis hombros. Eso me hizo sentir ligeramente nervioso e incómodo porque no me dejaba caminar bien cuando hacía eso, era un problema viejo que pocas veces le mencioné cuando aún éramos solo "amigos". Y no podía perder esa oportunidad de cercanía, claro.

     — Hm, estaba arreglándome.

     — ¿En serio? —pregunta, sin dejar de caminar—. Luces igual que siempre.

     — Mmm, mal —menciono al aire—. No dormí mucho ayer.

     — Te ves bien, no te preocupes.

     Soy tan trasparente. Incluso cuando ese cumplido solía ser cosa de nuestro día a día hacia el pasado lejano, el hecho de cambiar los términos con una persona lo hacía ver diferente. JungKook era el tipo de persona que quería hacer sentir bien a los demás si tenía la oportunidad, por otro lado, era sincero cuando hablaba y daba si opinión con respeto.

    A lo que voy es que no pude disimular mi felicidad, combinada con la incomodidad característica que cargaba en situaciones parecidas. JungKook me miró, con las cejas sumidas y sonrió.

     — Solo fue un cumplido, Tae.
 
     — Lo sé —suelto, como sin importancia—. También te ves bien hoy.

     Desviando la mirada del frente, JungKook voltea al lado contrario evadiendo mi mirada. Sus mejillas se tornan en un rojizo color que me hace sentir pesado cuando lo noto, me resulta gracioso ver al impresionante Jeon tan nervioso, muchísimo más de lo que yo estaba.

     — Es raro escuchar eso de ti —admite aún sin dirigir los ojos al frente—. Creí que odiabas mi ropa y mi cabello.

     Me detengo cuando escucho eso, quedándome un momento estático en la banqueta. Pero después sigo caminando junto con él, JungKook se queda callado siguiéndome el paso y sin siquiera hablar. Quizá fue un comentario incómodo, me dispuse a liberar la tensión.

Hated Friend » KOOKVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora