Capítulo 3

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Mónica...

Después de dos semanas en las que Esteban quería refutar las cláusulas del divorcio habíamos terminado con un juez, nuestros abogados, nosotros dos y el divorcio en el centro del escritorio del juez.

-Ya hemos alargado esto demasiado Señor Juez, El señor Martínez no tiene nada para defender sus argumentos. y nosotros tenemos fotos del señor con la mujer con la que sostuvo una relación fuera del matrimonio, y el documento firmado anterior por el acusado, aceptando todas las cláusulas de un acuerdo prematrimonial. Así que no entiendo porque mi cliente tiene que seguir viendo a este hombre y deteniendo su vida porque el señor Martínez no quiere aceptar sus errores.

Armando empezaba a frustrarse, sabíamos que no había manera de que Esteban arreglara todo lo que había hecho. pero él había estado tan confiado en que todo saldría como él quería que seguía aferrándose a esa esperanza.

Sin embargo cuando los juicios empezaban a alargarse y no había nada nuevo que aportar, los abogados empezaban a cansarse. en especial en estos casos de separación de bienes en un matrimonio.

Había olvidado la sensación de estar en un juicio, de tener todo para destruir a tu contraparte. incluso sentía adrenalina, por eso había aceptado regresar a mi campo junto con Gabriela, ella había sido mi mejor amiga por muchos años, desde que nos graduamos juntas de la Licenciatura en Derecho.

Ella y su esposo había avanzado mucho desde que nos graduamos, abrieron un buffet en el pueblo. no era él más reconocido del país pero tenía grandes abogados, entre ellos Armando y me habían ofrecido un trabajo hacía unos meses. pero hasta ahora había estado algo indecisa, ahora sin duda aceptaría.

-Bien, el abogado de la Señorita Torres Landa tiene razón. estamos dando vueltas y tanto el señor Martínez como su abogado no tienen nada que respalde su versión de los hechos. Así que yo determino que este documento es el correcto y la mitad de todo lo que posee el Señor Esteban Martínez debe pasar a manos de la Señorita Torres Landa, en base al acuerdo prematrimonial que ambas partes firmaron. Un valuador se presentará en el despacho del abogado del Señor Martínez para comenzar a revisar todas sus cuentas y bienes materiales.

Ví la cara de Esteban y sentí cierta satisfacción, él estaba tan acostumbrado a verme como la esposa sumisa que cumplía sus caprichos y deseos. que esto había sido una total sorpresa y yo lo estaba disfrutando.

Ambos firmamos el divorcio y salimos del despacho del juez.

-Gracias armando.—dije con una sonrisa, él me había pedido que lo llamará solo por su nombre, diciendo que no era mucho más viejo que yo.

-No fue nada Mónica, aunque tú hiciste casi todo el trabajo. me diste instrucciones y con eso llevé el caso. Eres buena en esto, me alegro de que vayamos a trabajar juntos, no me gustaría estar en tu contra en un juicio.—sonreí aún más, realmente ahora no entendía en qué momento había decidido ser una mujer que se quedaba en casa a la esperar de tener hijos.

Siempre había deseado ser una abogada reconocida y ahora estaba dispuesta a poner mi vida sobre el riel de nuevo.

-Aún así fué bueno tener a alguien a mi lado, y tú conseguiste las fotos.

Hablamos unos cuantos minutos más, hasta que tuvo que irse pues tenía una cita con un cliente más tarde, Gabriela me había prestado su auto para ir ese día hasta el despacho y poder regresar después. Pues quedaba casi a las afueras del pueblo.

Entre Pasión y TentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora