IV: Le mostraremos al señor Kim lo felices que somos

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JungKook, por su parte, había llegado muy tarde a su casa aquella noche en medio de un mar de lágrimas. No sabía qué le pasaba, pero no podía parar de llorar.

Entró y sintió paz al comprobar que sus padres estaban acostados, aunque veía la luz de la mesita de noche encendida.

- Hola, JungKook, ¿todo bien?
- Sí, todo bien- dijo, aguantando las lágrimas.
- Pensé que ibas a venir mañana- dijo su padre.

Escuchó a su padre caminar hacia la puerta de su cuarto y entró en pánico. Corrió hacia el baño y abrió el grifo.

- ¡Quería dormir en mi cama!- dijo- ¡Estoy agotado! ¡He estado estudiando mucho, últimamente!
- ¡Sigue así y obtendrás una gran recompensa académica!- dijo su padre.

JungKook se desnudó y entró en la ducha, el agua se llevaba sus lágrimas, pero éstas volvían a aparecer. No podía olvidar las palabras de TaeHyung. Ya no era sólo sus palabras, sino el tono en el que lo dijo. 

Empezó a sentir rabia y rencor junto con aquel conocido dolor por el rechazo. Terminó de ducharse y se metió en la cama.

Al día siguiente, se levantó con una erección entre las piernas, una erección que pedía ser atendida bajo los pensamientos de Kim TaeHyung. Estaba jodido, TaeHyung tenía razón, era un puto crío. Le había visto tres veces y ya se había ilusionado con él. 

Se levantó y sacudió la cabeza, tenía que cambiar su modo de ver las cosas. No podía estar llorando por un hombre al que sólo había visto tres días en toda su vida. Era ilógico. Se levantaría, iría a la Universidad y trataría de recuperar a su mejor amigo.

Ya en la Universidad, estaba dejando las cosas en su taquilla, mirando a todos lados, esperando por EunHyung y, cuando le vio llegar, el chico corrió hacia él.

- Necesito hablar contigo- dijeron ambos a la vez.
- Yo primero- volvieron a decir a la vez.

Sonrieron y JungKook le cedió la palabra a EunHyung.

- Entré un poco en pánico con lo que me comentaste, pero necesitaba asimilarlo- dijo- quiero que sepas que no me enfadé contigo porque te insinuaras a mi padre, de hecho, ayer me enteré que mi padre es gay, así que puedes intentarlo, no me va a importar. Bueno... si lo haces, no me cuentes los detalles- dijo, sonriendo- pero lo que me importó fue que una persona entrara en nuestra relación padre e hijo, sé que eso tiene que pasar y mejor que seas tú a otra persona. Aunque no esperes que te llame papá.
- Te agradezco las palabras, pero lo mío con tu padre sería rizar el rizo... no...
- Haríais buena pareja.
- No lo creo. Él tiene que salir con alguien de su edad y yo con alguien de la mía. Creo... que le voy a decir a JiMin que sí.
- ¡No! ¡No! ¡Te lo prohíbo! ¡Antes te ato a la pata de mi cama!
- Cama incorrecta, pequeño Kim.
- Primero: Agh. No hagas esa clase de juegos de palabras y sexuales pensando en mi padre y conmigo delante, es asqueroso. Y segundo: Park JiMin, sí es un playboy, un sex symbol, es el sexo hecho hombre...
- Estoy esperando a la razón por la cual no puedo salir con él.
- ¡No te quiere!
- El amor es un sentimiento demasiado banal- comentó sin darle importante- oh, ahí está.

EunHyung se subió a la espalda de JungKook y éste rio.

- Como no te bajes de mi espalda pasaré la hora de literatura contándote las fantasías sexuales que tuve con tu padre.
- Mierda, sabes jugar tus cartas.

EunHyung se bajó de la espalda de JungKook y el chico fue hasta la taquilla de Park JiMin. El chico llevaba unos pantalones negros rasgados, una camiseta negra y una camisa de cuadros amarilla.

- Te estaba buscando.
- Ya me has encontrado.
- Sal conmigo.
- No soy de relaciones serias.
- ¿Quien dice que vayamos en serio?
- ¿Me estás pidiendo sexo?
- Sí, y que de vez en cuando finjas ser mi pareja... ya sabes, somos muy felices, etc, etc, etc...

Su mejor amigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora