VII: Va a ser el partido de baloncesto más interesante de mi vida

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Decir que EunHyung se sintió nervioso era decir una falacia. Estaba más que nervioso. Irene era la chica de sus sueños y él sólo quería lucir bien. De pronto, se encontró corriendo hacia el armario de su padre, él tenía tan buen gusto vistiendo...

- ¿Puedo pasar?- preguntó EunHyung.
- Claro.

TaeHyung estaba cambiando las sábanas de su cama.

- Voy a pensar que sólo las cambias porque están sucias y no porque existe la posibilidad de que traigas a alguien ésta noche aquí.
- ¡No voy a traer a nadie ésta noche aquí!- dijo- ¿qué necesitas?
- Ropa.
- ¿No encuentras la tuya en la leonera que tienes por cuarto?
- No es eso... es que- suspiró- es Irene, la chica de mis sueños, quiero estar bien para ella y de pronto toda mi ropa me parece horrible. ¡Tú vistes bien!

TaeHyung se dirigió a su armario y lo abrió.

- Tienes unos pantalones negros rasgados, ¿verdad?
- Sí...
- Póntelos con esta camisa.

Le entregó una camisa negra con un estampado muy disimulado en tonos oscuros.

- Ve y pruébatela. Yo también tengo que vestirme- informó TaeHyung.

EunHyung salió de allí y se vistió, cuando volvió, su padre ya se había vestido. Su padre parecía un modelo y él... bueno, él parecía una copia barata.

- Métete la camisa un poco por dentro- aconsejó.

EunHyung obedeció y su padre se la arregló.

- Perfecto.
- No, no estoy perfecto. No me queda como a ti.
- Claro que no te queda como a mi. Tú aun eres un adolescente, yo soy un madurito sexy, asúmelo.

EunHyung comenzó a reír.

- ¿Vas a llevar esos pantalones tan ajustados para ver a Min?- se escandalizó su hijo.
- No son ajustados.
- Por detrás sí.

Sí, era cierto que se le marcaba el trasero, pero no iba a discutir con su hijo, era la primera vez que quedaba con alguien y quería ir sexy. Se puso un cinturón sencillo y estrecho negro y miró una y otra vez su camisa gris con cuadrados y rectángulos en rojo, blanco y rosa. Sí, lucía bien.

Sonó el timbre y EunHyung se alteró. Posiblemente era JungKook, habían quedado ellos dos primero para ir derechos a la cafetería.

- Será JungKook, me voy ya.
- Si necesitas que te vaya a buscar, a ti y a tus amigos, llámame, ¿de acuerdo?
- Tranquilo, lo haré.

Cuando EunHyung abrió la puerta, JungKook se quedó de piedra.

- Ahora puedo decir que eres igual que tu padre- dijo con un hilo de voz.

El chico sonrió y salió.

TaeHyung, por su parte, había escuchado a JungKook decir aquello y ahora ya no sabía qué pensar. 

- Sea como sea, él tiene pareja- dijo TaeHyung y bajó para subirse en su coche.

TaeHyung se dirigió al bar donde había quedado con YoonGi, tardó media hora en aparcar.

- Vaya, pensé que no vendrías- dijo YoonGi, que estaba cómodamente de pie en la barra.
- Este sitio es horrible para aparcar- dijo TaeHyung- estaba a punto de avisarte cuando encontré un puesto. Lo lamento.
- No te preocupes, ¿qué quieres de beber?
- Una sin, por favor, llevo el coche y mi hijo ha salido con sus amigos...

Pidieron sus respectivas consumiciones y algo para picar y se sentaron en una mesa libre.

- Bueno, debo decir que me ha extrañado saber que tienes un hijo a tu edad...
- No conocía mucho de los anticonceptivos a los quince años...
- Debió de ser aterrador.
- Esa es la palabra.
- Bueno, si lo miras por el lado positivo. Ahora tienes a tu hijo prácticamente criado y puedes dedicarte a otras cosas.
- Es cierto, pero no quita que, perdí toda mi juventud. No lo cambiaría, amo a mi hijo, pero me he perdido muchas cosas. De hecho, ésta es la primera cita que tengo en veinte años.
- Será una broma.
- No, no lo es. Mis padres y yo criamos a EunHyung y durante muchos años vivíamos los cuatro juntos porque mis padres se negaron a que yo dejara de estudiar. Ellos consideraron, que si yo estudiaba, tanto EunHyung como yo tendríamos un futuro, en cambio, si no lo hacía, ninguno de los dos tendríamos futuro.
- Estoy totalmente de acuerdo con tus padres- dijo YoonGi- imagino que ellos se sacrificaron muchísimo.
- Bueno, fue como tener otro hijo de imprevisto. Teníamos más gastos y yo no aportaba nada sino que gastaba más. Siempre he querido compensarles pero, aun hoy, no puedo. Terminé la carrera y me puse a trabajar, no estudié una especialidad porque no tenía tiempo...
- ¿No te has planteado hacerlo ahora?
- Ahora lo que me falta es dinero.

Su mejor amigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora