XI: Estás sacando las cosas de quicio

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El lunes a primera hora, EunHyung se moría de ansiedad por ver a JungKook, pero el chico no apareció. En el descanso entre la primera clase y la segunda le llamó y JungKook le atendió.

- Estoy llegando.

Y, tras aquellas dos palabras, le colgó. EunHyung esperó, pensando en lo que al chico le podría pasar y llevándose consigo el secreto de que su padre y Min habían tenido algo.

- ¡JungKook!- exclamó, cuando le vio.

El chico caminó hacia él y le abrazó.

- ¿Ahora nos abrazamos?
- Escuché tus llamadas, pero no estaba de humor. ¿Hablamos después de clase? Aunque estaba por no ir a clase de Min...
- Bueno, podemos no ir.
- Vamos a clase, no voy a ser mala influencia.

Entraron en clase y atendieron, pero a JungKook se le veía distante, parecía reticente a prestar atención en la clase de Min, ¿o quizás era su imaginación? Cuando sonó la campana que marcaba el fin de aquella clase, JungKook y EunHyung se levantaron y salieron de allí. JungKook tenía la mirada fija en la espalda de Min, que iba delante de ellos hablando por teléfono. 

Salieron a los jardines y JungKook tiró de EunHyung.

- Vamos afuera, no me apetece estar aquí, tengo que contarte algo.

Salieron y ambos se quedaron en shock, allí estaba TaeHyung, hablando con Min y cogiendo una corbata.

- La encontré, estaba debajo de mi cama- dijo YoonGi.
- No soy de usar corbata, la verdad...
- Te quedan bien, luces muy sexy.

TaeHyung sonrió y le dio un pequeño beso a YoonGi.

- Te llamaré- le dijo.

Aquello enfureció a EunHyung, se suponía que a su padre no le gustaba YoonGi, él mismo no se atrevió a decirle la noche anterior lo que ellos tenían. ¿Por qué seguía aquella farsa? Esta vez fue EunHyung quien tiró de JungKook hasta un parque que hacía esquina.

- JungKook...

El chico estaba llorando y no se había dado cuenta, pero no podía evitarlo. Le había dolido demasiado ver a TaeHyung con Min, saber que se habían acostado, verles besarse. Sí, estaba en lo correcto, debía irse.

- Yo... hace tiempo que no estoy bien...- admitió- ya sabes las movidas que tengo con mis padres y... aunque tú y JiMin habéis sido muy buenos conmigo, yo no quiero estar aquí.
- Como... ¿Cómo que no quieres estar aquí?- preguntó EunHyung, asustado- por favor, dime que te pasa, lo solucionaré, eres mi mejor amigo.
- ¡Estoy demasiado harto de que me traten mal y no me valoren! ¡Eso es lo que me pasa!- dijo, enfadado- yo... pensé...
- ¿Hablas de mi padre?

JungKook guardó silencio y EunHyung resopló.

- ¡Hablaré con él!
- Ya he hablado con el rector- dijo muy serio.
- ¿Cómo que has hablado con el rector? ¿Por qué? ¿Para qué?
- Este va a ser mi último año en Corea. Voy a terminar la carrera en Australia. Me voy en agosto.

EunHyung miró a su amigo y negó.

- ¡No te irás!

Enfurruñado, cogió su mochila y salió rumbo a su casa. JungKook le vio marchar y sintió miedo. Si EunHyung regañaba a su padre, TaeHyung podría llegar a echarle algo en cara.

EunHyung, por su parte, llegó a su casa y no vio a nadie, salvo a la mujer de la limpieza, lógico. Eran las doce, pero su padre no iba a tardar en llegar pues llegaba a la una. Subió a su habitación y esperó. Al poco, escuchó la puerta abrirse y cerrarse, la señora de la limpieza se había ido. Poco después escuchó a su padre llegar, lavarse las manos mientras hablaba por teléfono de temas de la empresa y le escuchó trastear mientras ponía la mesa. Cuando dejó de escucharle hablar, salió de su cuarto y bajo.

- ¡Dios mío!- exclamó JungKook y tiró los vasos al suelo- ¡EunHyung! ¡Me has dado un susto de muerte!- dijo TaeHyung, cogiendo una escoba- no pases, te puedes cortar.
- ¿Pasó algo entre JungKook y tú el día del partido de baloncesto?- preguntó EunHyung- es una pregunta de sí o no. Te pido que me respondas, mirándome a la cara y no me mientas.

TaeHyung le miró.

- No sé a que viene esa pregunta, es una tontería, ¡es tu mejor amigo, por Dios!
- ¿Me vas a responder ya?- preguntó con rudeza.
- Vigila el tono, EunHyung, estás hablando con tu padre. A mi me respetas.
- ¿Y a JungKook? ¿A él también le respetas?
- Sube a tu cuarto.

No podía castigarle, en verdad no estaba haciendo nada, pero sólo quería que dejara el tema.

- ¿Por qué? ¿Porque eres mi padre y me lo ordenas?- preguntó con ironía.
- Ésta es la segunda vez que te digo que vigiles el tono, no te lo voy a decir una tercera.
- ¿Qué pasó con JungKook?
- ¿Por qué te interesa saberlo? Fue... una tontería... un error... una gilipollez sin importancia.
- Pues que sepas que por esa tontería... por ese error... esa gilipollez sin importancia mi mejor amigo se va a ir a Australia y no le voy a ver hasta dentro de tres años- le dijo, con rabia.
- Espera... ¿Qué...?
- ¡Se va! 
- ¿Y de dónde sacas que es por mi culpa?
- JungKook siempre estuvo bien, sólo después de conocerte empezó a estar mal- dijo- yo siempre he sabido que lo suyo con JiMin era un consuelo pero nunca supe a qué...
- ¿Y sólo porque coinciden las fechas tengo que ser el causante?
- ¡Es que tú sabes que es así! JungKook intentó ligar contigo y tú...
- Estás sacando las cosas de quicio.
- ¡Y TÚ NO QUIERES VER LA REALIDAD PORQUE NO SOPORTAS PENSAR LAS CONSECUENCIAS DE LO QUE SUPONE QUE TENGAS UNA RELACIÓN CON JUNGKOOK POR ESO TE CONFORMAS CON LA OPCIÓN FÁCIL QUE ES TIRARTE A MIN!

El sonido de la mano de TaeHyung contra la mejilla de EunHyung fue el gesto que hizo falta para que reinara el silencio, más no la tranquilidad.

- Estás castigado- dijo TaeHyung.
- ¡Y una mierda!- dijo EunHyung.

EunHyung salió de su casa y TaeHyung tras él.

- ¡EunHyung! ¡EunHyung!

Pero el chico había cogido su móvil, su bicicleta y había salido de allí.

- Mierda... mierda... ¡Mierda!

TaeHyung subió a la habitación de su hijo y buscó entre sus papeles, buscando alguna agenda telefónica donde pudiera tener apuntado el teléfono de sus amigos. Necesitaba saber a dónde iba su hijo.

Encontró un papel en un panel de corcho con los nombres de JungKook, JiMin e Irene, allí estaban los teléfonos de los chicos.

Esperó unos quince minutos y llamó a Irene.

- ¿Diga?
- ¿Irene?
- Soy yo...
- Soy Kim TaeHyung, padre de Kim EunHyung, quisiera saber si mi hijo está contigo.

El silencio se instauró en la línea.

- Irene, por favor, si te ha llamado... o si te ha dicho algo.
- Va a estar en casa de JungKook.
- ¿Tienes la dirección de JungKook?
- ¿En serio irías?
- ¡Claro! ¡Es mi hijo!

Irene resopló en gesto de hastío y TaeHyung se molestó.

- Un momento y le doy la dirección de JungKook- dijo, de mal humor.

TaeHyung no entendía nada, parecía que, de la noche a la mañana, no era capaz de entender a los jóvenes. Copió la dirección que Irene le daba y salió de casa.

Su mejor amigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora