Lucifer [Changlix]

Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ᴄᴜᴀᴛʀᴏ

-- Debo llevarte a algún lado -- dijo el peli negro separándose del rubio. --Está haciendo mucho frío -- se quitó su enorme saco para ponerlo sobre los hombros ajenos. -- ¿En qué estabas pensando? ¿Eres tonto? Agradece que Chan te vio y me avisó, casi me vuelvo loco cuando te perdí de vista entre la gente.

-- Pero mis amigos...

-- Le diré a Chan que se encargue de todo...

Félix miró sus zapatos agarrándose al abrigo, el olor a Whisky con algo más que no lograba descifrar. Era extrañamente agradable.

-- ¿Estabas ahí? ¿Me estabas viendo?

-- Mis ojos no se despegaron de ti en ningún momento hasta que saliste -- Changbin volvió a acariciar su mejilla, no tenía idea de lo que le estaba pasando. A ese paso iba a volverse loco. -- Eres un enigma.

Félix se odió por disfrutar esa caricia y la manera en que Changbin se estaba comportado, llevaba su abrigo y detestaba lo bien que se sentía ser cuidado por unos minutos. El pálido tomó su mano y enlazó sus dedos. El rubio se dio cuenta de que los hombres que lo habían atacado ya no estaban, Chan estaba ahí con una mirada vacía.

-- Trae mi auto y dile a Jisung que los atormente un rato, más tarde me encargaré yo mismo de esas basuras. -- Chan asintió y desapareció dentro del edificio. Félix miró al pelinegro delante de él sin entender.

-- ¿Qué fue eso? -- se atrevió a preguntar en voz alta.

-- Tu no lo viste pero Jisung y Chan los llevaron adentro, mi casa está en el último piso de arriba pero uso el sótano como... -- Changbin lo pensó por unos minutos, no quería asustar al rubio más de lo que ya estaba. -- En el sótano suelo atender a las personas "problemáticas" que molestan en el club, Seungmin y Jisung suelen encargarse de ello pero en este caso yo mismo me encargaré de hacerles pagar lo que te hicieron, pastelito.

Félix sintió un calor intenso correr por sus venas, le estaba gustando este Changbin en modo protector. Le valía mierda lo que fuera o lo que hiciera ¿Hay personas buenas en el mundo? Nadie es del todo santo. Changbin y él estaban sucios, el pálido por lo que hacía y él por lo que le habían hecho. Relamió sus labios intentando pensar con claridad, quería que el pelinegro pusiera sus manos sobre él desde que salvó su trasero de esos enfermos de mierda.

-- ¿Por qué Chan fue a buscar tu auto?

-- Porque voy a llevarte a tu casa --contestó con simpleza. -- Por favor, Félix. No vuelvas a ponerte en riego de esta forma ¿Si? No vuelvas a salir solo -- Changbin lo recorrió con la mirada relamiéndose los labios. -- Eres peligroso hasta para ti mismo.

Félix iba a decir algo hasta que Chan apareció montando un precioso auto negro, el rubio no tenía idea del modelo. Su vista no se despegó del pálido en ningún momento. El peli gris se bajó y murmuró algo en el oído de Changbin para después desaparecer dentro del complejo.