Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ϙᴜɪɴᴄᴇ

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Félix debía admitir que amaba cuando Changbin lo follaba hasta el cansancio, no tenía fuerzas para soñar, siquiera.

Todos esos sueños solo lo habían llevado a la desesperación por no saber lo que le estaba pasando, sumado a los acontecimientos unas noches anteriores... Sentía que iba a volverse loco.

Pero ahí estaba Lucifer , adorandolo y mimandolo. Calmando toda la tormenta que sentía crecer en su interior.

Era demasiado difícil y complicado mantenerse estable, pero al menos duraba más tiempo de ese modo y lo odiaba. Porque Changbin tenía que estar ahí para que su mente no se fuera, para no volver a perderse ¿Por qué no podía salir adelante solo? Entonces comprendió que antes de que el pálido fuera Lucifer fue un ángel, uno que ahora lo cuidaba como si fuera una joya invaluable, un tesoro divino el cual también odiaba porque lo hacía sentir querido, y los sentimientos traían vulnerabilidad.

Después de una madrugada llena de mimos durmió hasta tarde teniendo que cursar solo un par de horas antes de que bajara el sol.

Era extraño estar en la universidad sin que alguno de sus compañeros lo molestaran, lo habían dejado tranquilo desde aquel inconveniente en el baño pero sabía que se rumoraban cosas de él, aunque tampoco las creía tan irrelevantes.

Estaba llegando tarde, de hecho durmió más de la cuenta pero le gustaba tomarse su tiempo, de todas formas sabía que debía recursar esa materia ya que había faltado bastante quedando libre, le interesaba saber qué iban a tomar para prepararse mejor y aprobar sin esforzarse.

En fin, caminaba por los pasillos vacíos de la universidad con pereza. Estaba a unos metros de su aula hasta que unas voces llamaron su atención, lo peor fue que reconoció una de ellas. Retrocedió varios pasos encarando por otro pasillo y encontró una escena que lo indigno además de provocar la ira crecer en su interior.

Un tipo que jamás había visto estaba acorralando a su mejor amigo, el tipo era de contextura musculosa y hombros anchos, el cuerpo de Jeongin era débil y pequeño comparado al de su agresor.

-- ¿Qué harás ahora? ¿Llamaras a tu noviesito para que salve tu culo y después te lo coma?

-- Puede ser, la segunda la hace seguido -- respondió con un tono que Félix no esperó ¿Dónde quedó el tipo dulce?. -- Dejame en paz, solo eso quiero por dios.

-- Nunca te dejaré en paz, tú eres mío ¿Comprendes? Me perteneces, y si no vuelves prometo hacer que todos se enteren de la mierda que eres, tus mentiras caerán a bajo e incluso esa mierda rubia a la que tanto cuidaste durante toda su adolescencia ¿Cómo se llamaba? Tenía nombre de extrajero estúpido y ahora que descubrió como usar el pene te dejó solo -- lo decía con asco, con odio y rencor.

Félix se mantuvo quieto en su lugar, escondido detrás de un pilar ¿Por qué tenían que entrar tantas dudas en su cabeza? Iba a quedarse sin espacio.

-- Me importa un carajo lo que crees que puedas hacer, mamerto de mierda -- repondió sonriendo con malicia. -- No metas a mi mejor amigo en esto, no me dejó solo, está viviendo su vida que es diferente -- Jeongin quiso salir del lugar en el cual estaba acorralado pero no se le fue permitido. -- ¡Dejame en paz, ya no estoy en esa mierda ni lo estaré! -- exclamó perdiendo la paciencia. -- ¡No te debo nada!

-- Si me debes, y me voy a cobrar un cuarto.

El rubio vio como el extraño sujetaba las muñecas del peli gris con fuerza sobre su cabeza y con la mano libre le taba la boca para empezar a besar su cuello.

Félix se preguntó la razón de que haya tantos cerdos en este mundo, ay no, se retractó porque era un insulto para los cerdos. Creyó que quedaba mejor Basuras mortales.

Lucifer  [Changlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora